Si hablamos de llamadas famosas a todo el mundo le viene a la cabeza la primera de la historia, que hiciera Graham Bell a su socio Thomas Watson. Si ésta supuso el punto de partida de una nueva era para las comunicaciones, casi cien años después hubo otra que ha supuesto un punto de inflexión. El 3 de abril de 1973, el director de investigación y desarrollo de Motorola Martin Cooper dio fama a esta fecha al realizar la primera llamada hecha desde un teléfono móvil.
Casi un siglo antes, el 10 de marzo de 1876, Alexander Graham Bell, a quien se le había reconocido la patente del teléfono poco antes, realizó la primera llamada telefónica de la historia. Las palabras “Mr Watson, come here, I want to see you” estaban dirigidas a su ayudante, Thomas A. Watson, y éste casi las hubiera oído mejor si su colega se las hubiera gritado, ya que se encontraba en la habitación de al lado.
Muy diferente fue el escenario el 3 de abril de 1973. La calidad del sonido, a pesar de ser primitiva en comparación a los estándares actuales, había mejorado sensiblemente, aunque se trataba de un invento recién salido del horno. Pero lo que más distingue a una comunicación de otra es el segundo interlocutor. Cuando Martin Cooper marcó un número de teléfono no estaba llamando a la habitación de al lado ni a ningún ayudante. El receptor fue Joel Engel, su homólogo en los Laboratorios Bell de AT&T (American Telephone & Telegraph), que también buscaba ser el primero en crear un dispositivo telefónico portátil.
Esta conversación no se ha hecho tan famosa como la de Bell y Watson, tampoco se conocen exactamente las palabras que intercambiaron Cooper y Engel. Lo que está claro es que el primero llamó a su rival para anunciarle que había ganado. La comunicación se llevó a cabo desde un Motorola DynaTAC, marca que pasaría a la historia. Sin embargo, hubo que esperar casi 10 años para que la primera versión comercial, el DynaTAC 8000x, obtuviera la aprobación de la FCC (Federal Communications Commission), en Estados Unidos, y saliera al mercado.
La gestación del primer teléfono móvil
Fue la AT&T quien dio el pistoletazo de salida a esta carrera al solicitar a la FCC su aprobación para instalar una red inalámbrica de telefonía. Pero su intención no era quedarse sólo con el negocio de las redes que había pedido construir. Los Laboratorios Bell de la compañía estaban investigando para construir teléfonos portátiles, que funcionaran sin necesidad de depender de un cable.
Esto ocurría en el año 1972. En diciembre de ese mismo año Motorola entró en la carrera. Encargaron el proyecto a Martin Cooper, a quien se le dio un plazo de seis semanas para crear un terminal móvil. El responsable de I+D confió a su vez la tarea a Rudy Kroopp, que también figura en la patente del Motorola DynaTAC. Una vez construido y registrado legalmente el prototipo, se hizo la primera llamada.
La culminación del trabajo fue que el 6 de marzo de 1983: tras una década de perfeccionamiento y más de 100 millones de dólares de inversión, salió a la venta el primer teléfono móvil de la historia, marca Motorola y de la serie DynaTAC. Pesaba 800 gramos y medía 33 cm de alto. Y pese a costar 4.000 dólares, se vendieron 300.000 unidades en sólo un año.
Hoy en día, 40 años después, la mayoría de la gente no concibe la vida cotidiana sin un teléfono móvil. En los primeros tiempos Motorola trataba de mostrarse optimista en su discurso corporativo respecto al invento, destacando su utilidad para médicos, periodistas, hombres de negocio o amas de casa. Sus expectativas se han quedado muy cortas. El dispositivo se ha reformulado de tal manera que ahora es una plataforma de acceso a Internet y se ha convertido en un ordenador de bolsillo. Sin embargo, en 1973 aún quedaban lejos los protocolos de la WorldWideWeb, que popularizaron la Red, y faltaban cuatro años para que Steve Jobs y Wozniak lanzaran el Apple II.
Imágenes: Pressfire, Wireless Museum
