Así es Jarvis, la inteligencia artificial de Mark Zuckerberg

Mark Zuckerberg ha desarrollado una plataforma de inteligencia artificial llamada Jarvis, con la que controla todos los aspectos del hogar.

Llevamos años argumentando sobre la dificultad de lograr inteligencias artificiales verdaderamente inteligentes y proactivas. El proceso siempre es largo y costoso en recursos. No sólo hace falta que grandes desarrolladores intervengan en el proceso, sino que el aprendizaje por software y el aprendizaje profundo son tan intensivos en recursos que las grandes compañías se están centrando en ello. Hasta que llega Mark Zuckerberg y pone patas arriba toda la industria. Y sí, has leído bien. Zuckerberg en persona, no Facebook.

El CEO de la red social continúa programando en su tiempo libre, y ha desarrollado una plataforma de inteligencia artificial llamada Jarvis, capaz de competir con las otras grandes propuestas del mercado, como Siri o Cortana. Según Zuckerberg, el desarrollo le ha llevado tan sólo 100 horas de trabajo, lo que habla extraordinariamente bien del estado en que conserva su destreza informática.

La meta de Zuckerberg al iniciar el proyecto era conseguir controlar todos los elementos electrónicos del hogar, algo que le resultó costoso por la carencia de Internet en muchos de ellos, para lo que tuvo que idear distintos sistemas mediante los que conectarlos a la red. De esta manera consiguió un control total sobre todos los elementos del hogar, desde lo más simple hasta el sistema de seguridad.

Jarvis está programado para ser usado desde un ordenador, pero para Zuckerberg no era suficiente, por lo que empleó las potentes herramientas de bots que ofrece Facebook Messenger para dar órdenes desde el smartphone, tanto mediante voz como mediante texto, para según él, no molestar en momentos inoportunos. Pero sin duda, lo más impresionante de Jarvis es lo bien que, según se aprecia en el vídeo, funciona el sistema de escucha activo en toda la casa que reconoce lenguaje natural con una soltura increíble y distinguiendo las voces de cada miembro. Esto permite activar electrodomésticos, pero también obtener información diversa y controlar la música.

Otra parte brillante vino de la mano de la multitud de cámaras instaladas en la casa y en la parte exterior, con el propósito no de espiar, sino de reconocer caras en todas las situaciones posibles y, con ello, permitir a las personas conocidas acceder a la casa sin necesidad de llamar a timbres y de molestar. Para ello emplea los algoritmos de reconocimiento facial que tan bien funcionan en su red social. El mejor ejemplo de esto es cómo Jarvis avisa por voz a los padres de que la hija está saliendo de la habitación con el objetivo de evitar accidentes.

El gran reto que para Zuckerberg debe superar la industria es hacer que estos sistemas de verdad aprendan de la experiencia por sí mismos, sin necesidad de introducir código o modificaciones en los algoritmos por parte de los usuarios.

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