¿Cómo interfieren nuestras emociones a la hora de recibir notificaciones?

Es cada vez más frecuente que las notificaciones push de nuestros móviles quieran involucrarnos en los contenidos de las aplicaciones instaladas en nuestros dispositivos. Su principal objetivo es hacer que nos enganchemos a sus servicios, por ello nos llegan notificaciones con noticias de última hora, redes sociales que nos muestran nuevos contenidos, o juegos que nos informan sobre el estado de sus últimas actualizaciones.

Pero, ¿cómo interfieren nuestras emociones a la hora de recibir notificaciones? Kostadin Kushlev, de la Universidad de Virginia; Bruno Cardoso, de la Universidad Leuven; y Martin Pielot han llevado a cabo una investigación analizando los datos obtenidos de un estudio realizado por Telefónica Research, donde los participantes se descargaron una aplicación customizada que les entregaba notificaciones.

En qué consistía el estudio

Después de recibir las notificaciones en sus smartphones, los participantes en el estudio tuvieron que informar de cómo se sentían en un pequeño cuestionario. Además, se les dio la posibilidad de participar voluntariamente con contenido adicional, siendo el principal objetivo de los investigadores observar su interacción con ese contenido extra.

Los participantes tuvieron que elegir una tarea en cada una de estas dos opciones:

1) Una tarea sencilla o divertida: que incluía ver un vídeo viral, jugar a un juego de acción, leer artículos divertidos o ver gifs que fueran tendencia en el momento.

2) Una tarea que requería estar más concentrado: leer el artículo del día de Wikipedia, hojear los juegos más populares en Google Play, rellenar un cuestionario de personalidad o entretenerse con un juego de reflexión.

¿Cuáles fueron los resultados?

Los resultados muestran que nuestro estado emocional influye a la hora de elegir qué tipo de contenido queremos consumir.

Cuando nos sentimos bien, intentamos evitar tareas que nos requieran estar más concentrados. Por lo tanto, las notificaciones para contenido que precisen de concentración deberán ser en momentos de valencia neutra o negativa.

Cuando nos sentimos tensos, intentamos evitar tareas divertidas. Por lo tanto, si queremos reducir el estrés, tendremos que programar pausas regulares con actividades divertidas.

Cuando estamos energéticos intentamos evitar sugerencias para eludir posibles distracciones.

En suma, las conclusiones muestran que los futuros dispositivos no solo deberán ser tecnológicamente inteligentes, sino que también tendrán que serlo psicológicamente. Deberán esforzarse por entender cómo nos sentimos, con el fin de mostrarnos el contenido más apropiado en momentos precisos.

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