Cómo LEGO ayuda a repensar el futuro de las ciudades

Mediante bloques LEGO, CityScope ayuda a analizar cómo pueden influir en una ciudad distintos cambios físicos, en aspectos como el tráfico, la contaminación o incluso la luz que llega a cada vivienda.

La organización urbanística es, desde los inicios de las ciudades, uno de los grandes asuntos que han preocupado al ser humano. Lejos de ser un tema estético, el urbanismo es fundamentalmente una cuestión funcional que influye en las vidas de los ciudadanos y en su comportamiento diario en desplazamientos. Con una mayor cantidad de vehículos en circulación,  nuevos retos introducidos por coches eléctricos y autónomos, y con flujos que requieren cada vez más productividad, hay que repensar los modelos. CityScope es la plataforma del MIT que emplea los míticos LEGO para dicha tarea.

El proyecto desarrolla sistemas de simulaciones que buscan predecir y cuantificar el impacto de intervenciones de varios tipos en el medio urbano. Una herramienta clave para ello es la realidad aumentada (sí, sirve para mucho más que para jugar a Pokémon GO), ya que facilita la colaboración de actores no expertos en el campo urbanístico en medios urbanos complejos. Haciendo uso de la unión de hardware, software, computación en la nube e interfaces sencillas, CityScope brinda sus soluciones de manera open source.

Hamburgo

En lugares como Hamburgo se han usado algunas de las tecnologías de CityScope, y sus resultados a simple vista son espectaculares. Mediante el uso de bloques de LEGO debidamente etiquetados ópticamente, se realizan cambios en la ciudad y se observa cómo varían en tiempo real (mediantes los cambios en los colores proyectados) elementos como el consumo energético, el transporte, los espacios peatonales o la contaminación. Todo ello es, por supuesto, analizable vía web.

Al tener la filosofía abierta, cualquier usuario puede colaborar y configurar el vencindario con su propia visión sobre uso y densidad del espacio. A gran escala, el sistema ayuda a conocer también factores como la iluminación de los edificios y las calles según la hora del día, algo clave en nuevas construcciones que siguen el modelos

En Andorra, por ejemplo, se busca mejorar la comodidad y posibilidades del turismo. En el vídeo se ve de manera precisa cómo los cambios en una parte de un poblado repercuten en otros sitios, tanto en flujos de transporte como en emisiones. En otros lugares impresiona cómo de útil llega a ser el sistema en ofrecer información sobre si una determinada construcción viola la ley o la actividad de cada zona en redes sociales.

Imágenes: MIT.

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