Ante el incremento de compañías que utilizan drones como base para su negocio, el Ministerio de Fomento ha anunciado el desarrollo de una app con mapas interactivos que recojan las zonas del espacio aéreo español donde está prohibido volar este tipo de aeronaves.
En muy poco tiempo, los drones han adquirido un papel protagonista en la base del negocio de muchas empresas, sobre todo en el sector audiovisual y de ocio; agricultura; logística, e infraestructuras. Alrededor de estas aeronaves, está emergiendo un nuevo sector económico con gran impacto en la industria, aunque es un sector en fase de crecimiento que aún está fragmentado y volatilizado.
En nuestro país ya son 1.844 operadores habilitados por la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) y, por esta razón, surge la necesidad de establecer un marco legal y jurídico que permita pilotar aeronaves pilotadas por control remoto (RPAS) en condiciones favorables de seguridad. De hecho, una de las problemáticas actuales es el vacío legal vigente respecto al uso de RPAS. Llegados a este punto, cabe preguntarse ¿en qué espacios se pueden volar drones? ¿Qué hay que hacer si no existen delimitaciones claras?
Para resolver a estas dudas, el Ministerio de Fomento está inmerso en el desarrollo de una app que contendrá un mapa interactivo donde los usuarios podrán observar en qué zonas del espacio aéreo nacional, así como aeródromos, está prohibido volar drones. “Estará listo para 2017 y el objetivo es que los usuarios de drones puedan consultar en este mapa si el lugar donde quieren hacer volar su dron está o no permitido, en función de si es espacio aéreo restringido”, ha explicado el responsable de Información Aeronáutica de Enaire, Javier Fenol, al diario Cinco Días.
Esta solución viene dada tras los fallos cometidos en la seguridad aérea. “Hace unos meses, un avión que estaba a punto de aterrizar en el aeropuerto de Santiago de Compostela, nos notificó que se le había cruzado un dron. Finalmente no pasó nada, pero el riesgo de accidente estuvo ahí”, ha asegurado recientemente la secretaria de comunicación de la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA), Susana Romero, a los medios de comunicación. En febrero, un vuelo casi provoca un accidente en un vuelo Barcelona – Paris, durante la maniobra de aterrizaje en el aeropuerto Charles de Gaulle, y otro avión estuvo a punto de chocar contra un dron en julio cuando se aproximaba a Heathrow. “Por ello, cualquier iniciativa que ayude a aclarar dónde puede o no volar un dron es buena, pues es clave que se conozca el riesgo que existe y se tome conciencia”, ha añadido Romero. Uno de los problemas que advierte la experta es que los RPAS no disponen de tecnología TCAS, anticolisión de los aviones y aeronaves, lo que impide que los aviones detecten a los drones en sus radares.
Legislación vigente en España
El marco regulatorio español sobre el uso de drones, aprobado por el Consejo de Ministros el 4 de julio de 2014, establece la normativa para controlar las operaciones comerciales y civiles con RPAS. El documento oficial refleja las condiciones en las que se pueden realizar trabajos mediante el uso de drones, tales como grabaciones y reportajes aéreos, fotografías, vigilancia y revisión de infraestructuras.
Según el documento, las aeronaves civiles pilotadas por control remoto cuya masa máxima al despegue exceda de 25 kg deben estar inscritas en el Registro de matrícula de aeronaves y disponer de certificado de aeronavegabilidad. En el caso de drones cuyo peso sea inferior a 2 Kg no es necesario inscribirlos en el registro. Estas aeronaves solo podrán volar en zonas fuera de núcleos urbanos y dentro del alcance de emisión por radio de la estación de control, y a una altura máxima sobre el terreno no mayor de 400 pies (120 m). El espacio aéreo pertenece a AESA y, como tal, para poder realizar cualquier tipo de actividad comercial o civil con un dron, se deberá obtener un permiso oficial, como mínimo cinco días antes de llevar a cabo cualquier operación en el aire.
Seguridad para operar
Las empresas deberán disponer de un manual de operaciones cumplimentado, que siga el estándar proporcionado por el Ministerio de Fomento, así como un estudio de seguridad de las operaciones posteriores que vayan a realizar. Además, los pilotos tienen que disponer de un título específico para el manejo de RPAS. Si decides volar un dron sin tener en cuenta la normativa vigente, ya sea de 2 o de 25 Kg, te expones a multas que van de los 3.000 euros a los 60.000.
La directora de AESA, Isabel Maestre, comentó, durante el evento Expodrónica 2016, los nuevos escenarios operacionales que plantea la futura normativa. Se contempla el sobrevuelo de zonas urbanas y aglomeraciones de personas siempre que sea con un dron inferior a 10 Kg de peso, y a un máximo de 100 metros del piloto y 120 metros de altura. Otra de las novedades son las operaciones nocturnas y los vuelos más allá del alcance visual del piloto con RPAS de más de 2 Kg. Además, se permitirán las operaciones en espacio aéreo controlado, aunque se requerirán requisitos de formación del personal y de los equipos.
Para la implantación de la nueva normativa todavía tenemos que esperar, pero la app en la que está inmerso el Ministerio de Fomento facilitará el trabajo a los pilotos profesionales de RPAS, y contribuirá, en última instancia, a fomentar la eficacia y eficiencia.
