Para los Juegos Olímpicos de Tokio de 2020 Japón quiere tener listo el reparto de paquetes con drones en zonas urbanas.
Empezar a utilizar los drones de forma masiva depende de muchos factores, pero hay uno que despierta constantes suspicacias: la seguridad. Por una parte hay que delimitar el espacio aéreo al que tendrán acceso y asegurarse de que no entre en conflicto con el de los vuelos comerciales, pero además también es necesario garantizar la ausencia de riesgos para las personas sobre las que estos dispositivos podrían volar. De ahí que la creación de una normativa para cada país y estándares internacionales esté inmerso en un complicado tira y afloja.
El caso de Japón, sin embargo, ha sido diferente en este sentido. El país utiliza desde los años 90 el vehículo no tripulado Yamaha RMAX para apoyar tareas agrícolas en el campo. Y en los últimos ha acogido con los brazos abiertos la tecnología que traen los drones. El gobierno aprobó una legislación que beneficiara la expansión comercial de estos dispositivos y aún ha hecho más.
El gobierno japonés está impulsando un servicio de reparto con drones en zonas poco pobladas. Debería estar listo para 2018 y las entregas se producirían en zonas rurales aisladas o islas remotas. En esto trabaja estrechamente con el sector privado, con el fin de asegurar que se dan las circunstancias necesarias para este tipo de actividades.
Asimismo el gobierno está colaborando con el sector privado en otra iniciativa. Se trata del uso de drones en zonas urbanas, también con finalidades de reparto. Según fuentes gubernamentales citadas por The Japan Times, la idea sería que el gobierno ayudara a las empresas para dar este servicio en poblaciones y ciudades para el año 2020, coincidiendo con los Juegos Olímpicos de Tokio.
Este mismo año se puso en marcha en Japón otra iniciativa que va en el mismo sentido. El Ministerio de la Tierra, Infraestructuras, Transporte y Turismo ha realizado las primeras pruebas para llevar alimentos y otros recursos básicos a poblaciones mal comunicadas. Por el momento se trata de un dron que vuela durante medio kilómetro para salvar una distancia que por medios terrestres llevaría mucho más tiempo. Entrega su paquete y vuelve. Ahora quizá este tipo de repartos se produzca también en suelos urbanos.
El reparto de medicinas con drones también se ha probado en otros países, como Ruanda e incluso en Estados Unidos, donde ya se han empezado a realizar las primeras entregas fuera del ámbito experimental.
Imágenes: carloshonda y TAKUMA KIMURA
