Los láseres como medio futuro para almacenar datos más rápido

El almacenamiento láser no sólo puede jugar un papel fundamental en el futuro de la informática y la gestión de datos, sino en el medio ambiente y en la economía.

En la era de la nube, el almacenamiento de datos no sólo no ha perdido relevancia, sino que la está ganando. La clave está en analizar donde reside su importancia actual. A nivel local, sí está perdiendo, como consecuencia de servicios de streaming de música, audiovisuales o incluso de videojuegos, cuyos datos están en la nube. Los datos locales de los usuarios suponen, en gran porcentaje, archivos de poco tamaño. Todo ha pasado a la nube, engrosada con los datos personales y de los servicios anteriores. Por ello, las ventajas del almacenamiento láser pueden ser decisivas.

Controlando los saltos cuánticos de los electrones mediante impulsos de láser muy cortos. de un femtosegundo de duración, se consigue, no sólo reducir el tamaño requerido para almacenar datos, sino un aumento muy considerable de la velocidad del almacenamiento y mayor facilidad para recuperar datos perdidos. Según Davide Bossini, que se encuentra investigando con estas técnicas, «comparar la velocidad del almacenamiento láser de saltos cuánticos con la tecnología disponible a día de hoy es como comparar la velocidad del tren más rápido con la velocidad de la luz».

Memorias ópticas

La generación de calor también es fundamental a la hora de considerar los tipos de almacenamiento, y supone un verdadero quebradero de cabeza para los administradores de centros de datos grandes. En este sentido, el almacenamiento láser también resulta fundamental de cara al futuro, ya que utilizando materiales transparentes a la luz, la generación de calor es ínfima o inexistente.

Recientemente se ha demostrado que, ciertas limitaciones que se creían intocables años atrás, son inexistentes. La que más afecta al almacenamiento láser, el control del magnetismo en tamaños minúsculos, se ha conseguido. Así, imanes de 1 nanómetro pueden ser controlados cada 45 femtosegundos. Esto supone 1/1000000 el tamaño y 20000 veces la velocidad de los discos duros de hoy en día.

Los avances no serían posibles sin una investigación científica muy comprometida en segundo plano. El control y estudio de los materiales y el magnetismo real son fundamentales para que estos avances se sigan dando en tecnología al ritmo al que lo han hecho hasta ahora. Un ritmo que, de seguir así, tendrá más importancia en el avance del planeta que en el ámbito sectorial, pues los ahorros económicos y ambientales serán gigantescos.

 

Imagen principal: University Politecnico Milan.

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