problemas de atención

Padres helicóptero de… ¡huérfanos digitales!

Me sorprende ver cómo seguimos hiperprotegiendo a nuestros hijos incluso cuando ya no son tan pequeños. No los perdemos de vista, cuando nosotros íbamos solos a comprar el pan antes de cumplir los 10 años. Como ahora “hay muchos más peligros” nos hemos convertido en padres taxistas que les llevamos y traemos a todos sitios. Vale.

Sin embargo, esta sobreprotección de los niños en el mundo real contrasta escandalosamente con la absoluta libertad e independencia que damos a nuestros chavales en internet. Navegan, chatean o juegan completamente solos durante horas sin que sus protectores padres tengamos la más mínima idea de qué hacen.

Si te calificara de “padre helicóptero de un huérfano digital” probablemente girarías la cabeza pensando que no me dirijo a ti. Pero lo que veo a mi alrededor es que todos los papás somos lo uno y lo otro en mayor o menor medida.

¿Eres realmente un padre helicóptero?

Padre helicóptero es una manera coloquial de referirse a un comportamiento muy “millennial” de padres que prestan mucha atención a los problemas y experiencias de sus hijos. Que “revolotean” alrededor de los chicos, teniéndolos en el radar tanto si lo necesitan como si no.

¿Alguna de esas situaciones te suena?

  • Tu hijo de 5 años sigue desayunando en biberón porque así no se mancha.
  • Hablas con los padres o con sus compañeros para recriminarles un “no te ajunto”.
  • Pides a otros papás que te envíen por WhatsApp los deberes que tu hijo ha olvidado o bien te aseguras en la puerta del cole que lo lleva todo.
  • Buscas su chaqueta del chándal por todo el colegio o preguntas por ella a otros padres
  • Utilizas las tutorías para protestar la nota de sus exámenes.
  • Les persigues botella de agua y gorra en ristre cuando corren a jugar al futbol
  • Ayudas tanto en los trabajos que acaba saliendo en ingeniero que llevas dentro.
  • “Tenéis” un examen de historia.

Si te descubres en alguna de estas situaciones, tal vez no seas un “padre helicóptero de combate” que se lanza en picado y llega hasta a rellenar la solicitud de ingreso en la universidad o un “padre helicóptero de rescate” que no para de sacarle las castañas del fuego. Seguramente te quedas en “padre helicóptero de tráfico” que proporciona guía y cuidados ayudando a su hijo a tomar decisiones pero que le permites seguir su propio camino.

En general todos dedicamos más atención a nuestros hijos que la que nos dedicaron a nosotros. Bien. Queremos que se esfuercen al máximo y saquen buenas notas. Genial. Pero parece que algunos nos estamos pasando de rosca. Y estamos criando a una generación de chicos a los que les va a costar ganar la confianza necesaria para resolver problemas por sí mismos. Con la inestimable complicidad de móvil, estamos en contacto permanente con ellos.

No les dejamos ni a sol ni a sombra… ¡hasta que pillan wifi! J

 

medios sociales y niños III

¿Cómo de solos están tus hijos en internet? ¿En qué medida son “huérfanos digitales”?

Manejan los móviles con una facilidad que pasma a los adultos y un Tablet en sus manos en un mundo de posibilidades. Respiran wifi – tanto que el bien más preciado para negociar con un adolescente ha pasado a ser la contraseña del router-. Los padres se preocupan, pero no se ocupan… El mundo virtual, como el real, está lleno de aspectos fascinantes y otros que no lo son tanto. Si no dejarías a tu hijo de 12 años vagar a sus anchas por una gran ciudad, tampoco deberías dejarle chatear o jugar a Dios sabe qué sin ningún tipo de supervisión.

Orfandad es “el estado en que quedan los hijos por la muerte de sus padres” pero también “la falta de ayuda que se encuentra una persona”. Y así están muchos chavales, que andan en internet por libre, sin ninguna tutoría ni supervisión, adquiriendo vicios de uso, entablando relaciones inadecuadas y accediendo sin control a sitios que en nada contribuyen a su desarrollo.

Conviene recordar que un chaval que tenga el objetivo de ver lo que sus padres no quieren que vea o de hacer lo que sus padres expresamente le han prohibido, encontrará seguro el modo de conseguirlo. Los controles parentales son medidas que pueden ayudar, pero no dejan de ser barreras que son efectivas con los más pequeños, pero que un chaval de 15 años encontrará la manera de burlar. Activarlos es fácil, encontrarás en internet mil tutoriales para hacerlo.

Así es que la clave no está en la restricción ni por supuesto en la prohibición, sino el acompañamiento que ayuda al desarrollo del espíritu crítico. Aunque sea el acompañamiento del ignorante. Muchos papás no lo hacen porque no se sienten cómodos en ese mundo. Sienten que no tienen nada que enseñar pues nada saben. Error. Tienen la mejor de las herramientas en la vida, el sentido común que sus hijos… aún no han desarrollado del todo.

Comienza con contenidos adaptados a su edad

Ya hay buscadores creados expresamente para que los más pequeños. Que utilizan colores vivos, letras más grandes y dibujos sencillos. Que ordenan los resultados mostrando en primer lugar las páginas específicas para niños y después aquellas revisadas y consideradas apropiadas para ellos. Con filtros de seguridad y bases de datos de términos inapropiados. Con formularios para que los padres puedan añadir palabras y páginas web que crean que deben ser bloqueadas. Kiddle o Bunis son magníficos ejemplos.

niños en internet

Empieza a recorrer con ellos un camino

Acceder con ellos a páginas seguras donde podéis compartir experiencias al tiempo que el niño se hace su “biblioteca” de sitios interesantes es una buena manera de echar a andar. Sitios como National Geographic Kids con vídeos y juegos sobre animales o gentes lejanas, experimentos espectaculares y descripciones de cómo se fabrican cosas puede daros mucho juego. O la página de la NASA, con explicaciones, ilustraciones y pasatiempos para todos los públicos sobre el Sistema Solar o los agujeros negros.

Otro tipo de sitios que pueden resultar un buen modo de iniciarse son Dogo News, una página de noticias con recomendaciones literarias, de series y de películas, en las que se les trata como a personas inteligentes y curiosas que quieren conocer el mundo. O Sports Illustrated Kids que con vídeos, ilustraciones y textos habla a los niños del deporte en todas sus modalidades.

Y después, deja que te guíen. Haz de copiloto.

Asumir que ellos saben más y pueden enseñarte a ti es el primer paso. Seguro que les encanta tu SOS digital: que les pidas que busquen una App para quitarte las arrugas en la foto de tu perfil de Linkedin, que te cuenten de qué va eso del Periscope de Piqué o que averigüen cómo se puede configurar una copia de seguridad en la nube de las fotos del teléfono. Pedirles que te busquen una guía electrónica para ese viaje a Canadá que estáis planeando o un tutorial fácil y bueno de Piktochart es una excusa más que excelente para comenzar a “convivir”. Pídeles que sean los anfitriones de tu viaje al 2.0, te sorprenderá ver con qué alegría entran al trapo. Si consigues que se rían de ti, no tardaréis en reíros juntos. LINKAR post PADRES TECNOFOBICOS?

Y oye, que no pasa nada si propones a tus hijos que te ayuden a echar una partidita a ese juego al que están tan enganchados. En muchos casos, incluso lo has pagado tú, ¿no?

Porque ni los niños son de cristal, ni vale el “es que yo de esto no entiendo”

Como dijo el sabio, en el término medio se halla la virtud. Tener hijos es una gran responsabilidad. Como también es una inmensa oportunidad para recorrer caminos que jamás nos hubiésemos planteado. Busca el equilibrio entre la autonomía y la responsabilidad. Si tu hijo te pide el coche, tendrá que echarle luego gasolina. Y si usa tu Tablet, que te lo deje con batería.

Nada más y nada menos.

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