Los enterovirus han afectado a casi un centenar de niños en Cataluña, provocando el fallecimiento de uno de los afectados. ¿Qué son estos virus? ¿Deben preocuparnos?
La muerte de un niño en el Hospital de Mataró afectado por un enterovirus sacudió las noticias hace unos días. En las últimas semanas, la Generalitat de Catalunya ha detectado 99 nuevos casos de infecciones por este tipo de virus, la mayoría de los cuales evolucionan de forma favorable.
En la actualidad, según señalan las fuentes oficiales, hay trece niños ingresados con problemas neurológicos causados por enterovirus en Cataluña. Nueve de ellos permanecen en planta, mientras que cuatro están en Unidades de Cuidados Intensivos de diferentes hospitales. ¿Pero qué son los enterovirus? ¿Deben preocuparnos?
Medidas higiénicas, la mejor prevención posible
En primer lugar, los enterovirus son un tipo de virus que circula ampliamente entre la población. No se trata de una clase específica, sino que el género incluye cien serotipos distintos. En general, estos organismos causan una enfermedad caracterizada por la fiebre, los estornudos, la tos, las erupciones en la piel, malestar general o dolores musculares. Aunque estos síntomas son similares a los que podría producir una gripe, lo cierto es que muchas veces los enterovirus no provocan ningún signo. De ahí que sean difíciles de detectar.
En el caso de que este virus produzca los síntomas mencionados, no existe un tratamiento específico. Sólo es posible aplicar terapias para aliviar los signos asociados a la infección, aunque algunos tipos de enterovirus sí produzcan complicaciones graves -como las observadas en los niños ingresados en Cataluña-. En tercer lugar, los virus son conocidos por su carácter estacional. En otras palabras, «prefieren» propagarse en otoño y en verano. De ahí que no sorprenda el pico observado ahora en la comunidad catalana.
Lo que más preocupa hoy en día, en relación a los enterovirus, es su asociación con los problemas neurológicos diagnosticados. Como explica María José Mas, autora del blog Neuropediatra, la complicación más frecuente es la meningitis vírica aguda, aunque también se han detectado otras como el síndrome de Guillain-Barré, la meningoencefalitis grave o la cerebelitis, entre otras.
A pesar de que el ataque de enterovirus y su incidencia en Cataluña preocupan a las autoridades, lo cierto es que a día de hoy no contamos con una vacuna contra el enterovirus D68, como señala Ignacio López Goñi, catedrático de Microbiología, en su blog microBIO. Sin embargo, sí hay opciones para frenar la infección por este tipo de virus.
Evitar el contagio por enterovirus es posible lavándose las manos de manera frecuente, especialmente después de cambiar un pañal, estornudar, atender a un paciente, toser o volver de la calle. Además, si sospechamos que tenemos los síntomas, es importante que nos quedemos en casa para no fomentar la transmisión del virus y taparnos la boca al toser y estornudar. Medidas muy sencillas que reducirán el riesgo de infectar a otras personas por este virus.
Imágenes | CDC/Dr. Karp, Emory University (Wikimedia), CDC (Wikimedia)
