Sharing City

Sharing city: colaboración vs tecnología

Ámsterdam, ciudad cosmopolita conocida mundialmente por sus bicicletas y coffee shops, lo es también ahora por ser la primera Sharing City de Europa. Ámsterdam Sharing City es un nuevo concepto de ciudad que a través de la plataforma Sharenl, trata de promover la cultura del compartir entre los ciudadanos y grupos locales de la ciudad con el propósito de transformarla en un modelo de economía colaborativa a seguir.

Sharing City

Este proyecto para la primera ciudad colaborativa de Europa comenzó su andadura en 2013, a raíz de una encuesta ciudadana realizada en la ciudad holandesa donde el 84% de los ciudadanos se mostraban interesados en participar en alguna fórmula ciudadana de consumo colaborativo. Estos datos fueron determinantes para la elaboración de un libro blanco sobre la situación actual de la economía colaborativa de la ciudad y la posterior puesta en marcha de una mesa redonda entre expertos, negocios locales y representantes del Ayuntamiento, para debatir sobre la posible implantación de proyectos basados en la cultura del compartir.

El trabajo de la plataforma ciudadana Sharenl ha sido crucial para la materialización del proyecto Ámsterdam Sharing City, integrado por una red de promotores sociales y grupos locales de la ciudad que trabajarán de forma conjunta para el impulso y puesta en marcha de todo tipo de proyectos relacionados con la economía del ‘sharing’. En este aspecto, el uso de la tecnología juega un papel fundamental en la implantación de proyectos colaborativos en red aplicados a la ciudad.

Sharing City

La ciudad holandesa tiene experiencia demostrada en la implantación de startups colaborativas de base tecnológica como “weareonabot”, un punto de encuentro para que ciudadanos y turistas compartan bote para desplazarse por los canales de la ciudad, o “peerby”, la aplicación para que los vecinos de la ciudad compartan bienes y servicios. Además, desde la administración local también se está impulsando la incorporación de proyectos colaborativos para dinamizar la economía local. Un ejemplo de ello es la reciente regulación de inmuebles de alquiler a través de airbnb que ha llevado a cabo el consistorio.

No es de extrañar que la primera ciudad colaborativa de Europa haya sido precisamente Ámsterdam, considerada como avanzadilla de modernidad del viejo continente en ámbitos como lo social, político, económico y urbano. Esta iniciativa está en la misma línea de otros programas como el Shift Bristol o el Sustanaible Food Cities Network implantados en la ciudad de Bristol, en Reino Unido. Sin embargo, es la ciudad de Seúl quien lidera el epicentro mundial de la economía colaborativa, desde que su alcalde creara en 2011 el departamento de innovación social y el comité para la promoción de la economía colaborativa.

Hay quien considera la sharing city como un modelo urbano y social de matriz tecnológica capaz de competir con la Smart city. Pero, en realidad son dos caras de la misma moneda cuya diferencia se sitúa en el acento que hace cada una de ellas sobre el uso de la tecnología. Desde la plataforma Sharenl, su portavoz Harmen van Sprang hace hincapié en la necesidad de centrar los esfuerzos en las personas y no solo en el despliegue de tecnología en el medio urbano. Es decir, utilizar la tecnología como un medio para crear un espacio común entre los ciudadanos y los negocios locales, con el que dinamizar la economía local de la ciudad de Ámsterdam.

Imágenes | vía pixabay y Sharenl

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