The Barnacle: la nueva forma de inmovilizar tu vehículo

Este nuevo sistema de inmovilizado de vehículos supone un gran avance con respecto a los métodos vigentes y aporta notables ventajas tanto para las patrullas como para los propios infractores.

Cuando cometemos una infracción con nuestro vehículo que lo hace susceptible de ser inmovilizado, podemos encontrar que los agentes han colocado un cepo a una de las ruedas. Pues bien, este controvertido método de inmovilización puede haber llegado a su fin. El invento responsable de este posible cambio se denomina Barnacle, o percebe en nuestro idioma, y su nombre tiene cierto sentido ya que se adhiere a nuestro parabrisas igual que el crustáceo lo hace a las rocas.

Este innovador prototipo fue presentado a finales de Febrero de este año en el Parking Industry Exhibition de Las Vegas, el primer evento dirigido exclusivamente a la industria del aparcamiento, y se convirtió en uno de los platos fuertes del Trade Show Floor. También ha sido presentado en la Convención Anual del National Parking Association de este año, esta vez con ejemplos prácticos, que han mostrado la facilidad para transportar el Barnacle en distintos medios, como por ejemplo la bicicleta. Los artífices de este proyecto se hacen llamar Ideas that stick, una empresa norteamericana que tiene sus oficinas centrales en Nueva York y de la que apenas se puede encontrar información en Internet.

barnacle

Practicidad y comodidad como pilares del proyecto

La imagen del Barnacle sobre el vehículo es bastante extraña, parece como si hubiesen abierto un ordenador portátil lo máximo posible y lo hubiesen puesto con la pantalla contra el parabrisas. Nueve kilos de plástico de color amarillo que se pegan como una lapa no suenan como el complemento más estético para nuestro coche. Sin embargo su función práctica resulta difícil de discutir, ya que a diferencia de los métodos tradicionales, este adhesivo no supone un riesgo para ninguna de las partes del vehículo. No hay necesidad de preocuparse por los daños que pueda sufrir la luna de nuestro coche, la compañía ha demostrado la alta seguridad de la que goza el vehículo cuando se deposita la pieza encima.

La solidez del proyecto reside en su función práctica, algo que resulta imprescindible hoy en día para que un invento sea realmente disruptivo. Por ejemplo, es difícil imaginar una app que triunfe entre el gran público si su usabilidad no es la correcta o si su interfaz resulta demasiado confusa. Esto lo saben bien en Ideas that stick y por ello han hecho gran énfasis en conseguir un producto que le facilite a la vida tanto a unos como a otros. Es sencillo de transportar para los agentes, gracias a su tamaño y a su peso, y también es muy cómodo para el dueño del vehículo, que puede pagar la multa con su smartphone, lo que le proporcionará un código que deberá introducir para así poder despegar el adhesivo del coche. Este proceso que en principio no lleva más de diez minutos comprende una suma de ideas que puede revolucionar el mundo del aparcamiento y quién sabe si también nuestra vida cotidiana.

Una cuestión pendiente: la viabilidad

Todo suena muy bonito y muy sugerente en el ambicioso proyecto de esta misteriosa compañía, pero aún queda comprobar si el proyecto es verdaderamente viable. El precio que se ha establecido por unidad es de 500 dólares, una cifra que en primera instancia no resulta demasiado atractiva y que necesitará ser contrastada con los beneficios que promete este nuevo sistema. El lanzamiento del producto ha tenido lugar de manera oficial este verano, pero su popularidad aún no se ha extendido demasiado y quizá la viabilidad de este proyecto dependa de la regulación de su uso, es decir, que solo se emplee para casos de infracciones muy severas. Este asunto aún está por ver, ya que también existe la opción de que el aparato se comercialice a particulares que busquen la mejor manera de inmovilizar su vehículo.

El futuro del Barnacle depende de los planes que tengan sus creadores, Ideas to stick, que como su nombre indica, desarrollan ideas que se pegan a nuestro cerebro y no desaparecen fácilmente.

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