Raspberry Pi conectadas

750 Raspberry Pi conectadas hacen una supercomputadora

En el Laboratorio de Los Álamos (Estados Unidos) se ha construido una supercomputadora con 750 Raspberry Pi conectadas.

No de cualquier manera, por supuesto. La supercomputadora que acaba de sumarse a los recursos tecnológicos del Laboratorio Nacional de Los Álamos, en Estados Unidos, es una máquina cuyo diseño y construcción se ha estudiado cuidadosamente.

Sí, cualquiera puede comprar una Raspberry Pi por Internet. Incluso tampoco sería difícil arreglárselas para hacer un pedido de 750 unidades. Pero la supercomputadora que se ha construido en Los Álamos es un trabajo minucioso y de altas capacidades técnicas.

Hay que tener en cuenta que no vale cualquier cosa. El laboratorio de Los Álamos es uno de los centros de investigación multidisciplinares más importantes del mun do. La institución, perteneciente al Departamento de Energía de Estados Unidos, cuenta con un amplio presupuesto. Su capacidad de trabajo es, por tanto, de gran magnitud. Para hacerse a la idea, en las instalaciones trabajan en torno a 6.800 trabajadores de la Universidad de California (administradora del centro), junto a otros 2.800 contratistas. Entre esta cantidad de científicos se pueden encontrar físicos, químicos, ingenieros, biólogos, geólogos o informáticos.

Las necesidades computacionales del centro no son pequeñas, como cabe imaginar. De hecho, el laboratorio –un conjunto de edificios y equipos de trabajo– cuenta con algunas de las supercomputadoras más potentes del mundo. En estas circunstancias, ¿para qué quieren en Los Álamos una supercomputadora basada en Raspberry Pi?

La nueva máquina, formada por 750 Raspberry Pi conectadas entre sí, no tiene ni mucho menos la potencia de otras supercomputadoras. Pero es más barata. La han creado científicos de Los Álamos junto con la empresa australiana BitScope Designs. Esta ha creado un tipo de módulos cluster para montar las unidades del microordenador. Cada uno de estos clusters, montados en rack, consta de 150 nodos.

Raspberry Pi conectadas

Cada uno de los nodos consta de una Raspberry Pi, con sus conexiones y la configuración creada por BitScope Designs. Hay cinco racks, que hacen el total de 750 nodos. El número de CPUs que pueden trabajar es de 3.000. Sin embargo, el consumo energético es reducido en comparación con una supercomputadora de altos vuelos. Mientras estas llegan a gastar entre 10 y 25 MW, la máquina de la empresa australiana consumirá entre 1 y 2 MW.

Está previsto que la nueva supercomputadora se emplee para las tareas más sencillas, que no requieren una enorme capacidad computacional. Así, los superordenadores más potentes se liberan de trabajo. Además, se consume menos energía en estos procesos. Y, como colofón, a los investigadores les resultará más fácil probar código en los chips ARM de Raspberry Pi.

En contraste con las decenas y centenares de millones de dólares que cuestan otros superordenadores, el formado por Raspberry Pi tiene un precio de unas decenas de miles de dólares. Así tiene previsto empezar a comercializar su diseño BitScope el próximo año.

Imágenes: Raspberry Pi Foundation, BitScope Designs

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