Big Data: orden en el caos

Big Data: orden en el caos

Datos, datos y más datos. Parece que el mundo actual está inundado de datos que se entrecruzan en un aparente caos. Páginas web, redes sociales, apps, Internet de las cosas, sensores, navegación por el móvil…todos y cada uno de estos elementos y el “rastro” que dejamos cuando usamos la tecnología genera miles de millones de datos. De hecho, en tan sólo ocho años, el volumen de información almacenada en todo el mundo llegará a los 35 zettabytes o, lo que es lo mismo, 35 billones de películas en alta definición. Además, según EMC, se calcula que por cada niño que nazca en el 2012 la cantidad de información que esta persona genere y la que se produzca relacionada con él será más grande que toda la que se ha creado desde la Edad de Piedra. En este proceloso mar, aparece Big Data, una expresión que cada vez escuchamos más pero que se ha incorporado a la jerga tecnológica hace relativamente poco.

¿Qué es Big Data? ¿qué puede aportar y, sobre todo, cómo puede ayudar a poner orden en este caos? La definición inmediata de Big Data es que es un conjunto de herramientas analíticas capaces de procesar enormes cantidades de datos de forma que este panorama inmenso y complejo adquiera sentido. Pero esto no deja de ser una explicación teórica. Un sencillo ejemplo puede ayudar a entenderlo. Con herramientas de Big Data se analizaron los datos de 4,5 millones de usuarios (siempre agregados, no personalizados y encriptados). Los resultados permitieron desmentir el supuesto de que aquellos que utilizan más aplicaciones en el móvil como Whatsapp, TuMe o Joyn  hablan menos. De esta forma, el caos se convierte en datos útiles y las empresas pueden trabajar con realidades y no con suposiciones.

Pero las bondades del Big Data son cuestionadas por algunos que ven en estas nuevas técnicas analíticas un nuevo Gran Hermano. Una vez más un ejemplo puede ayudar a entender que la nueva técnica de análisis de datos no es buena o mala en sí, siempre depende del uso que se haga de ella. Jake Porway, creador de la empresa Data Kind, ha mostrado cómo se puede aplicar el Big Data para poner en marcha iniciativas positivas. La pequeña compañía de Porway, con sólo dos empleados pagados y el resto voluntarios (data scientist), ha empleado la información que ofrece Internet para asesorar a una ONG sobre si recauda más dinero enviando sus correos electrónicos el lunes o viernes. Y esto de cara a la supervivencia de las organizaciones humanitarias tiene gran peso. Ejemplos como este muestran que Big Data podría mejorar el futuro en temas relacionados con el medio ambiente, la seguridad, la salud o los negocios.

Precisamente en el mundo de Big Data acaba de entrar un nuevo actor, Telefónica Dynamic Insights, una unidad de negocio que ya tiene su primer producto, Smart Steps. Esta iniciativa utilizará datos agregados y totalmente anónimos de la red móvil para permitir a las empresas privadas y organismos públicos medir, comparar y comprender qué factores influyen en el número de personas que visitan un determinado lugar en cualquier momento. Estos datos ayudarán a los establecimientos comerciales a realizar ofertas puntuales adaptadas a cada una de sus tiendas y a determinar las mejores localizaciones y los formatos más apropiados para la apertura de nuevas tiendas. Una vez más, el Big Data ayuda a que cientos de datos adquieran sentido.

 

Imágen|Mariusb

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