Aunar esfuerzos en investigación e innovación es clave para garantizar el éxito científico. Con este propósito nace Bioinformatics Barcelona.
Uno de los grandes avances de la física de los últimos años, el descubrimiento del bosón de Higgs, no hubiera sido posible sin la alianza de miles de investigadores de todo el mundo. El carácter multidisciplinar e integrador de esta ciencia ha conseguido resultados que parecían impensables hace décadas. Su ejemplo es seguido ahora por la biología, la medicina y la salud, tres campos donde el nuevo proyecto Bioinformatics Barcelona (BIB) tiene mucho que decir.
Hace sólo unas semanas nacía en la capital catalana una plataforma que pretendía convertirse en la referencia de la unión entre la biología y la informática del siglo XXI. En la actualidad, el BIB cuenta con el apoyo de más de 44 entidades, entre las que se incluyen universidades, centros de I+D e institutos hospitalarios, así como diversas empresas.
El objetivo del Bioinformatics Barcelona no es otro que convertirse en el punto de encuentro de la I+D+i en bioinformática y supercomputación, dos disciplinas que aceleran el descubrimiento de nuevos fármacos o la medicina personalizada, entre otras aplicaciones.
No se trata sólo de aunar esfuerzos, siguiendo ese viejo proverbio que dice que «la unión hace la fuerza«. En una época en la que la ciencia necesita ser difundida hacia la sociedad, agentes públicos y privados, la plataforma Bioinformatics Barcelona también permitirá ayudar en esa visibilización de proyectos científicos e innovadores.
La bioinformática, sin duda, ha sido identificada como uno de los grandes retos científicos y tecnológicos de la próxima década, y cuenta con un gran impacto en terrenos como la salud, el medio ambiente, la energía o la biotecnología. Dirigido por la Dra. Ana Ripoll, Catedrática de Arquitectura y Tecnología de Computadores y ex-Rectora de la Universidad Autónoma de Barcelona, Bioinformatics Barcelona asume el gran objetivo de pilotar la «imprescindible convergencia entre estas dos disciplinas científicas».
Su nacimiento supone también la creación de una entidad facilitadora de iniciativas de investigación y proyectos de colaboración en el ámbito de la bioinformática aplicada. Además tratarán de impulsar y mejorar los programas de formación especializada, dos puntos clave para crear equipos multidisciplinares como los ya existentes en el ámbito de la física.
Imágenes | Infocux Technologies (Flickr), Universitat de Vic
