Cómo protegerse en Internet

Os explicamos algunos consejos básicos de seguridad en internet

Con los titulares que aparecen en la prensa, da la sensación de que, en cuanto te conectas a Internet, los ladrones ya están peleándose para robarte los datos. Esto no es del todo cierto, pero los peligros en Internet existen.

En el Reino Unido, por ejemplo, se han incluido por primera vez los ciberdelitos en las estadísticas oficiales sobre delincuencia, y la cifra obtenida supone casi el doble de las infracciones registradas. Las cifras de Symantec dejan entrever que, en el último año, se han creado y lanzado más de 300 millones de programas de malware. El informe de Symantec indica también que los ataques de ransomware (en los que los ciberdelincuentes piden dinero a cambio de liberar los datos o sistemas con los que se han hecho) han aumentado en un 113 % en 2014.

Hay varias formas de protegerse en Internet. La mayor parte de las medidas básicas que pueden tomarse son de sobra conocidas, de modo que no tiene mucho sentido profundizar en ellas. Estos son algunos consejos básicos de seguridad:

  1. Usa programas antivirus y asegúrate de que estén siempre actualizados.
  2. Mantén todo el software actualizado, incluidas las aplicaciones (lo mejor es recurrir a las actualizaciones automáticas).
  3. Nunca utilices la misma contraseña para más de una web.
  4. Asegúrate de que tu contraseña no sea una palabra del diccionario y contenga letras mayúsculas y minúsculas, números y símbolos.
  5. Ten cuidado cuando hagas clic en enlaces en e-mails o redes sociales. Asegúrate de que te reenvían al sitio correcto y, si no estás seguro, introduce manualmente la dirección.
  6. Ten cuidado cuando hagas algo que implique manejar información confidencial o financiera en redes wifi públicas y no seguras (por ejemplo, compras o banca online).

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Bueno, ahí quedan algunas de las cosas más sencillas. Si ya las haces todas, hay muchas posibilidades de que ya estés bastante protegido en Internet. Pero siempre puedes hacer algo más.

Aquí tienes algunos consejos para mejorar tu seguridad online:

Utiliza autenticación de dos factores

La 2FA es una manera simple pero eficaz de añadir una capa de seguridad a tus cuentas. La mayoría de servicios online ya ofrecen esta posibilidad, de Google a Twitter pasando por Facebook y, más recientemente, Amazon. La 2FA implica que cada vez que te conectas a tu cuenta, se envía un código de un solo uso a tu dispositivo móvil, sin el cual no podrás acceder a dicha cuenta. Esto significa que si alguien tuviera tu nombre de usuario y tu contraseña, no podría pasar de la página de acceso.

En el último año se han creado y lanzado 300 millones de programas de malware.

Usa una VPN

Una red privada virtual (VPN) es esencial cuando usas una red wifi pública. Este tipo de red pública gratuita es muy insegura, y cualquiera con unas pocas habilidades tecnológicas puede interceptar tus datos mientras trabajas en tu cafetería preferida. Usar una VPN significa que todo el tráfico estará encriptado, por lo que será mucho más difícil que alguien pueda acceder a tus datos. Hay muchas VPN gratuitas y baratas por ahí, y muchas ofrecen opciones para móvil también. Esto es muy útil si te conectas desde un iPad o un smartphone a una red wifi pública.

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Imagen de: FotoDB.de

Protege la red wifi de tu casa

A lo mejor piensas que la conexión de tu casa es un refugio contra los cibercriminales, pero no es así. Hay mucha gente que ni siquiera cambia los ajustes por defecto que se activan cuando se configura la red wifi. Es importante cambiar estos ajustes, ya que los que vienen por defecto para los routers a menudo se pueden encontrar con una simple búsqueda en Google.

Pero no temas. Algunas de las medidas que puedes tomar en tu casa son: cambiar la contraseña del identificador de red, añadir un encriptado (WPA2 es el mejor), cambiar el nombre del router y actualizar el firmware. Otra medida importante es comprobar qué dispositivos están conectados a la red wifi de tu casa. Así te asegurarás de que no haya dispositivos no autorizados en la red. Hay múltiples guías en Internet que te ayudarán con estos cambios. Y es importante señalar que se trata de cambios más fáciles de implementar de lo que parece.

Entre otras funcionalidades de seguridad, puede valer la pena recurrir a un administrador de contraseñas. Son muy fáciles de usar y generan automáticamente una contraseña única y segura para cada una de las webs en las que entras. Esto significa que no tendrás que pensar una contraseña, reutilizar la misma ni escribir una nueva. El inconveniente es, desde luego, que confías todas tus contraseñas a un único servicio.

También puedes pensar en hacer webs seguras que no almacenan tu información financiera cuando compras algo. Puede parecer cansino tener que escribir la información de tu tarjeta cada vez que realizas una compra, pero esto implica que, si el vendedor sufre una vulneración de los datos, tu información financiera estará a salvo.

Básicamente no es posible garantizar que tus actividades online sean totalmente seguras, pero seguir estos consejos contribuirá a ello. Y algo más que no he mencionado: hay que tener sentido común. Ten cuidado con los enlaces en los que entras, las webs que visitas y los datos personales que introduces en Internet, y así podrás dormir un poco más tranquilo.

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