Conservación del patrimonio a través de la tecnología

Conservación del patrimonio con Monitoring Heritage System (MHS), una herramienta controla y gestiona los parámetros más importantes de cualquier monumento

“Si uno no sabe historia, no sabe nada: es como ser una hoja y no saber que forma parte del árbol”. El bagaje cultural y patrimonial que hemos acumulado a lo largo de estos dos mil años de evolución es, como explicaba el prolífico escritor Michael Crichton, una parte fundamental para entender quiénes somos ahora, cómo funciona nuestra sociedad actual y cuál es el futuro que nos depara.

Es por ello que desde siempre la humanidad ha luchado contra las vicisitudes del tiempo para preservar los templos de la cultura de antaño, desde los propios reductos religiosos de épocas anteriores (iglesias, catedrales, monasterios, templos griegos o romanos…) hasta las grandes obras públicas que marcaron un hito en el progreso civil, como los grandes retratos políticos, acueductos o grandes puertas y monumentos conmemorativos de toda suerte de batallas ganadas.

Conservación del patrimonio BCN

Esta lucha en sentido contrario a la historia, buscando vencer el paso de los siglos y sus estragos sobre el patrimonio, no siempre ha sido positiva. No son pocos los monumentos clave para nuestra historia que han desaparecido fruto del desinterés en su cuidado, de las inclemencias meteorológicas o incluso a manos de vándalos y ladrones de toda índole. Sin embargo, en pleno siglo XXI es inconcebible que no podamos garantizar el buen mantenimiento de nuestro patrimonio histórico más valioso.

Los avances tecnológicos a los que hemos asistido en las últimas décadas nos invitan a un optimismo nunca antes visto en el terreno gracias a soluciones y herramientas como el sistema MHS (promovido por la Fundación Santa María la Real y Telefónica) que ya se ha implantado en varios monumentos de España.

La tecnología, aliada contra el paso del tiempo

El Monitoring Heritage System (MHS) es una herramienta que permite el control y la gestión de los parámetros más importantes de cualquier monumento, sea cual sea su naturaleza. De este modo se puede gestionar de forma más eficaz su mantenimiento, prevenir los daños provocados por las condiciones ambientales y dar la voz de alarma antes de que se produzca un daño irreversible. Todo ello es posible gracias a una ingente red de sensores inalámbricos que registran los valores de temperatura, humedad, iluminación, presencia e incluso CO2. Estos datos son directamente enviados, mediante tecnologías Machine-to-Machine (M2M) a una plataforma de Telefónica desarrollada exclusivamente a sacar el máximo potencial del Internet de las Cosas.

Conservación del patrimonio

Es en este sistema en el que los expertos pueden visualizar y detectar en tiempo real todos los factores que pueden poner en riesgo la conservación del monumento. Esta nueva tecnología promete no sólo una mejor conservación de nuestras preciadas obras artísticas y arquitectónicas, sino también un importante ahorro económico en el largo plazo: por cada euro que se invierte en conservación se ahorran en torno a 3 o 5 en restauración de edificios, en función de su escala.

Proyectos ya en marcha en España

Pero el sistema MHS no es simple teoría. En ese sentido, este innovador programa de conservación patrimonial ya se ha aplicado, en un programa piloto, en el Real Monasterio de Santa Clara en Tordesillas (Valladolid), un conjunto arquitectónico considerado Bien de Interés Cultural. En este monasterio se instalaron más de veinte sensores (principalmente de temperatura, humedad y detectores de xilófagos –termitas-) en distintos lugares del edificio, como el refectorio, el Patio Árabe o la Sala Dorada.

En Castilla y León se encuentra otro de los edificios en los que ya se ha implementado el sistema MHS. Se trata concretamente de la Catedral de Palencia, un espectacular edificio en el que se han instalado 130 dispositivos inteligentes, con un coste que ronda los 60.000 euros. En este caso, además de los antes mencionados sensores ambientales, de eficiencia energética y de xilófagos, se han instalado otro tipo de dispositivos destinados a monitorizar algunos desperfectos ya existentes en la catedral. Por ejemplo, se ha colocado un fisurómetro en una grieta que recorre uno de los triforios en lo alto de la nave central con el objetivo de controlar el avance de esta grieta y tratar, en la medida de lo posible, de averiguar su origen.

Imágenes: Dmitry Shakin / Neil Howard / MHS

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