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Control por gestos para escribir en el aire

Una de las figuras futuristas más recurrentes es la del control por gestos de aparatos electrónicos. En la película dirigida por Steven Spielberg, Minority Report, basada en un relato del novelista Philip K. Dick, se puede ver a Tom Cruise haciendo aspavientos para dar órdenes a una interfaz. Ya existen algunos sistemas que permiten enviar comandos a un equipo informático a través de gestos en el aire, como el dispositivo Leap Motion o sin ir más lejos el Kinect de Microsoft.

Como suele ocurrir con la ciencia ficción, la realidad hace por superar hasta las expectativas más asombrosas. La investigación de unos científicos de la Universidad de Karlsruhe ha ido un poco más allá en el control por gestos. Han diseñado un guante capaz de detectar el movimiento de la mano hasta tal punto que permite escribir dibujando las letras en el aire: ‘airwirting.

El usuario se emboza la mano y comienza escribir en el aire, letra por letra. Los sensores del guante reconocen el movimiento y envían señales a un sistema informático, que las captura y decodifica. De esta forma, el software identifica qué quieren decir los gestos. Los creadores afirman que así se pueden escribir emails o mensajes de texto.

El guante tiene capacidad para diferenciar movimientos pensados para escribir palabras y otros gestos no relacionados con el proceso de escritura. Así, el usuario no tendrá que estar permanentemente preocupado por lo que vaya a escribir mientras se encarga de otras tareas.

“Todos los movimientos que no son similares a escribir, como cocinar, hacer la colada, decir adiós a alguien, son ignorados. El sistema se ejecuta en segundo plano sin interpretar cada movimiento como un estímulo informático”, señala uno de los investigadores implicados en el proyecto, el estudiante Christoph Amma.

Los investigadores piensan que se podría incorporar esta tecnología a la ropa para un uso cotidiano (wearable computing). Por ejemplo a modo de pulsera, para lo que están tratando de reducir el tamaño del dispositivo. Para una interfaz de gafas inteligente, en las que el usuario vería texto en una pequeña pantalla, proporcionaría un método eficaz de control.

Tecnología para dispositivos móviles

Los investigadores Christoph Amma y Tanja Schultz han recibido el Google Faculty Research Award, un premio de la compañía destinado a propiciar el desarrollo de esta tecnología para dispositivos móviles. Para este propósito, el galardón ha dotado a los dos científicos con 81.000 dólares.

Sin duda, el interés de la compañía de Mountain View también está puesto en su proyecto Google Glass, para el que el guante podría servir de complemento perfecto. Pero la adaptación del sistema para dispositivos móviles abre un abanico de posibilidades. Sería el siguiente paso a las interfaces táctiles. El usuario ya no tendría que sacar el móvil del bolsillo para enviar comandos.

La precisión del sistema permitiría no sólo escribir sino dictar otras órdenes, como iniciar una aplicación o contestar una llamada. No es la única innovación posible en control de dispositivos móviles. Las compañías con influencia en el mercado ya están realizando investigaciones para sustituir o al menos complementar las interfaces táctiles. De hecho, Apple ya ha registrado algunas patentes para incorporar control por gestos en iOS, mientras que recientemente se ha apuntado que Samsung permitirá hacer scroll con la vista en su nuevo Galaxy S IV.

Gracias al apoyo económico, el sistema creado por los científicos de la Universidad de Karlsruhe podría estar disponible a finales de este año por menos de 1.500 euros.

El vocabulario de un guante

Por el momento, el sistema detecta letras en mayúsculas y tiene un margen de error de un 11%. Sin embargo, una vez que se acostumbra a los movimientos del usuario, este porcentaje se reduce a un 3%. Ello es debido a que el guante dispone de una tecnología que le permite reconocer y aprender cómo son los gestos de una persona, para después tenerlo en cuenta en su funcionamiento.

El vocabulario total del dispositivo asciende a 8.000 palabras y también puede reconocer frases completas. Aunque aún se encuentra en su fase de prototipo, por lo que es posible que antes de ser destinado a usos comerciales se le apliquen mejoras. Una de ellas podría ser la extensión del vocabulario o la introducción de nuevos idiomas.

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