Un estudio indica que de redes sociales como Instagram o Flickr se pueden extraer datos valiosos para la conservación de paisajes naturales.
Un estudio de la North Carolina State University ha encontrado un vínculo entre el uso que se le da a las redes sociales y la conservación de la naturaleza. Los investigadores que llevaron a cabo este trabajo han descubierto cómo la información que aparece en ciertas redes orientadas a la fotografías, como Instagram, Flickr y Panoramio, puede servir para determinar qué paisajes deben arroparse para evitar su deterioro.
La transformación del paisaje rural e incluso de las zonas más agrestes es constante. La construcción de cualquier tipo de infraestructura basta para modificar un paisaje, ya sea la instalación de molinos de viento, la planificación de una carretera o la urbanización de un determinado área.
Los criterios para modificar instalar infraestructuras en un lugar u otro se establecen en despachos, evidentemente con el asesoramiento de expertos en la materia de por medio. Pero es difícil palpar el sentir general de la gente frente a la modificación de un paisaje determinado. Para conocerlo a veces se utilizan encuestas a pequeña escala, costosas de hacer y que no siempre tienen una gran precisión.
Los investigadores de la North Carolina State University se han dado cuenta de que los datos que contienen Instagram, Flickr y Panoramio ofrecen pistas sobre cómo valora la gente determinados paisajes. Si muchos fotografían una zona de campos de trigo o un bosquecillo en la falda de una montaña se puede deducir que estos paisajes tienen valor para la gente. En todos los sentidos, incluso valor cultural o emocional. A partir de los datos de geolocalización, los investigadores saben dónde se encuentran estos lugares y anotan su localización.
El estudio destaca en particular la importancia de Instagram, que también permite asociar a una fotografía comentarios y hastags, que expresan de forma más precisa el sentir del usuario. Analizando toda esto los investigadores han clasificado los paisajes en cuatro categorías, de más a menos visitado.
Quienes han llevado a cabo el estudio piensan que es importante conocer la conexión de la gente con los paisajes a la hora de hacer políticas de conservación de la naturaleza. No es el único aspecto a tener en cuenta cuando haya que tomar decisiones respecto al mantenimiento de un área, pero desde luego conocer cómo piensa la gente puede servir para saber lo que no hay que hacer.
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