Cuándo merece la pena comprar un disco duro mecánico en lugar de un SSD

Aunque los discos de estado sólido (SSD) han bajado de precio y aumentado su almacenamiento, los discos duros tradiciones (HDD) aún tienen ciertas ventajas que pueden ser muy importantes.

Durante muchos años, los discos duros han sido, probablemente, los mayores enemigos de la informática. Pese a que su crecimiento exponencial hizo posible el mundo de Internet arcaico, ese en el que las descargas y el almacenamiento de miles de archivos era una de las claves por la que los usuarios deseaban acceder a la red. Sin embargo, a la vez que posibilitó todo eso, también frenó en seco, a nivel de usuario, el progreso de los procesadores. Pese a que la ley de Moore estaba vigente y se avanzaba rápido, la velocidad de apertura de aplicaciones o archivos estaba muy limitada por la velocidad de acceso al disco.

Y se obró el milagro en la informática. Llegaron los discos de estado sólido (SSD). Por fin se eliminaban las piezas móviles, los sonidos, las averías por golpes en funcionamiento, el alto consumo. Pero sin duda, el gran logro de los SSD ha sido que ordenadores cuya destino más cercano era el armario o una tienda de piezas, resucitaran y volvieran a ser más que solventes. Sus problemas: precio y capacidad de almacenamiento frente a los discos duros tradicionales. Ambos se han ido corrigiendo paulatinamente, pero aún otorgan ventajas a sus antecesores.

Para almacenamiento masivo

HDD

Sobre este punto, la conclusión es clara.  Pese al aumento de capacidad de los discos SSD, que en el caso de algún modelo de gama alta ya alcanza los 16 TB, las soluciones no profesionales siguen siendo muy caras y ofreciendo baja capacidad, en comparación. Si después de años en 120 GB el estándar de almacenamiento en SSD ahora se sitúa en 250 GB, los discos duros ya están en 2 TB. Pese a la pérdida de velocidad, a mucha gente que sólo desee almacenamiento le puede seguir solucionando la vida, mientras que un SSD sería un embudo para datos. Esto, que ha sido así siempre, puede ir a más, porque las empresas están cerca de desarrollar discos duros que alcanzarían cifras superiores a los 60 TB. La premisa es clara, si necesitas almacenar muchos datos, ve a por un HDD tradicional.

Cuando la fiabilidad es relevante

recuperar archivos borrados en Windows
downhilldom1984

Los SSD, como tecnología que aún no ha madurado del todo, se encuentran en la fase en la que mejoran mucho cada poco tiempo. Pero si nos importa mucho la fiabilidad, especialmente a esos usuarios que no hacen copias de seguridad, los SSD aún no son la mejor opción. Tienen un límite de escrituras (aunque probablemente fallen antes), y aunque los HDD también pueden fallar sin dar aviso, y esa situación es dramática, de momento, al ser una tecnología más explotada, la fabricación se domina más y los fallos fatales suelen darse a largo plazo.

Cuando existen problemas eléctricos

electricidad

Aunque por lo general no es un problema cotidiano, hay ciudades o países con tendidos eléctricos poco estables, lo que producen cortes y bajadas de tensión. Contra ello, lo mejor es adquirir un SAI que proteja nuestros dispositivos hasta unos pocos minutos después de que la luz «se vaya». Pero si no es nuestro caso, es importante saber que aunque las piezas de un HDD son frágiles, resisten mejor esos cortes, y esto es relevante en el caso de un ordenador de sobremesa, porque el portátil, al menos, suele proteger el disco con la energía restante en la batería. El calor, por su parte, es otro gran enemigo de los discos SSD.

Imágenes: downhilldom1984 y Yutaka Tsutano

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