Cuando un cable barato termina saliendo realmente caro

La calidad es una forma de ser y estar, y Amazon no quiere ser menos con la afrenta ante los cables USB-C de mala calidad que pueden perjudicar el hardware de los aparatos donde se conectan este tipo de cables.

¿Cuántas veces se han deteriorado los cables o cargadores respectivos de nuestros dispositivos móviles? Una pregunta que tiene una simple respuesta: muchas. El uso de estos complementos originales de los terminales tiene una caducidad que depende del uso que se haga de los mismos. Una vez que ya no son capaces de cumplir con sus servicios, todo usuario se plantea qué hacer: comprar el original con el gasto que ello conlleva o hacerse con uno similar pero de una calidad inferior.

Las prestaciones parecen las mismas, pero no siempre acaban cumpliendo con los objetivos esperados y, muchas veces, terminan con problemas inesperados, que hacen pensar si merece la pena gastar unos euros de más por un buen complemento o jugarse la salud de los dispositivos con opciones de calidades ínfimas.

El gigante de la venta online, Amazon, ha iniciado una cruzada contra este tipo de productos que no cumplen con las expectativas de sus usuarios,  y ahora le ha tocado a los cables USB-C, que, según la propia empresa, ponen en peligro los dispositivos que utilizamos.

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¿Por qué tiene lugar este paso de Amazon?

Benson Leung, ingeniero de Google, compró en la web un cable USB-C que, para sorpresa de todos, terminó dañando su tablet. De hecho, ese daño propició que comenzase una investigación sobre cables de ese tipo vendidos en Amazon. Al final, y tras la creación de un post en Reddit donde se hablaba de los diferentes cables que se pueden comprar actualmente, Amazon acabó con los proveedores de este tipo de cables que no ofrezcan sus productos con la certificación correspondiente.

Las pretensiones de Amazon

Con esta determinación, Amazon entra de lleno en la evaluación de la calidad de los productos para cortar de raíz aquellos cables o adaptadores que puedan dejar inservibles los dispositivos a los que se conectan.

En este contexto, surgen voces, como la de Ian Fogg, analista de IHS: “Por suerte, muy pocos smartphones y portátiles usan los nuevos cables USB-C. El riesgo de usar cables que no cumplan estándares mínimos y que puedan provocar daños se reduce a un número limitado de consumidores. Al actuar ahora, Amazon reduce el riesgo de que se produzcan daños a gran escala de productos electrónicos en el futuro, a medida que el cable USB-C se convierte en el conector más popular”.

Unos procesos que quieren dejar claro que Amazon no quiere tener que lidiar con situaciones incomodas en la venta de productos desde su web, y que a veces, lo barato sale realmente caro.

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