¿De verdad quieres hablar con tu frigorífico?

IoT no se limita a frigoríficos que hablan y realizan la lista de la compra. El potencial es enorme y va a involucrar a prácticamente todas las industrias

Parece que ha pasado ya mucho tiempo desde que empezamos a oír hablar de Internet de las Cosas (IoT) – sensores y dispositivos que comparten información vía internet – que giran alrededor de los objetos que durante épocas hemos considerado virtualmente inanimados: básculas, frigoríficos, hornos y demás.

Esto nos lleva a algunas situaciones ridículas. ¿Es realmente un gran avance que mi frigorífico sea capaza de decirme que se me ha acabado algún producto? ¿Acaso no puedo simplemente abrir la puerta y mirar? De hecho, siento un poco escalofriante la situación en la que mi Smart-frigorífico interfiera en mi vida de esa manera.

nevera

¡Me imagino el tipo de alertas que podrían llegarme!

“Hola, Steve. Después de que ayer por la noche consumieras cuatro cervezas tu provisión ha caído a tan solo una. Voy a añadir seis más a tu lista de la compra. Aunque de hecho, creo que no es buena idea, he visto la última actualización de tu báscula y no pinta nada bien. Menos cerveza y más ensalada.”

Esto puede ser una versión un poco exagerada de lo que un frigorífico conectado podría llegar a ser, y estoy seguro que mucha gente encontraría este tipo de interacción muy valiosa. Pero la verdad es que, por supuesto, ese tipo de dispositivos caseros, alcanzan una ínfima parte del potencial real del IoT.

Este es un potencial que podría dar como resultado una industria multimillonaria en los próximos años. El analista de industrias, Gartner, pregona que 4.900 millones de dispositivos estarán conectados en el año 2015, un 30% más que en 2014. Para el año 2020, Gartner cree que la cifra será de 25.000 millones de dispositivos.

Esto realmente parece una estimación conservadora comparada con lo que otros analistas sugieren: Cisco, por ejemplo cree, que la cifra llegará a 25.000 millones en el 2015 y para el año 2020 habrá 50.000 millones de dispositivos.

No todos los dispositivos serán frigoríficos y termostatos

Serán dispositivos inteligentes con los que los humanos tendremos mucha menos interacción; los dispositivos que se comunicarán entre sí para hacer nuestras vidas un poco mejor.

La Internet de las cosas

De hecho, aquí es donde Internet de las Cosas empezó muchos años atrás. Las comunicaciones Machine 2 Machine (M2M) han estado aquí desde hace años – dispositivos que compartían información y actuaban sin interacción con seres humanos. Recoger el equipaje en los sistemas de los aeropuertos por ejemplo. Una vez la maleta ha entrado en el sistema, por medio de RFID para moverse a través del aeropuerto puede cargarse en el avión sin que ninguna persona haya estado involucrada en el proceso salvo en el inicio y en el final del proceso.

Esta es la base de IoT. Los usos reales que veremos serán cosas que no nos involucran directamente pero que nos benefician. Coches conectados que se comunicarán cono sensores distribuidos por la ciudad, avisando a los conductores para ajustar la velocidad para ayudarlos a cruzar en verde siempre o tomando rutas alternativas en caso de tráfico denso. Los sensores en los coches pueden monitorizar la presión de los neumáticos, el motor y muchas más cosas que alertarían al conductor antes de convertir en peligroso cualquier tipo de situación o evento inesperado.

Si IoT puede controlar como conducimos nuestros coches y ayudarnos a permanecer alerta de cualquier problema potencial, poseer un coche será mucho más barato y la conducción en general será mucho más eficiente, lo cual reducirá las emisiones de gases. Estos beneficios afectarán igualmente a nuestras carteras y al medioambiente. Los coches conectados son una parte importante del IoT que la investigación de Gartner resalta al indicar que para el año 2020 habrá 250 millones de coches inteligentes circulando.

El IoT podría incluso ayudar a reducir los costes dentro de nuestro hogar

Cualquiera que haya sufrido una fuga de agua sabrá lo molesto que puede llegar a resultar este problema. Una fuga en una propiedad puede no llegar a detectarse durante mucho tiempo y el coste tanto por el gasto de agua y la reparación pueden llegar a ser enorme. Los sensores pueden detectar perdidas y alertar a los dueños de manera que las reparaciones puedan empezar antes que el daño real se haya producido.

El potencial para el IoT es realmente ilimitado: desde cada aparato en tu casa, pasando por las bombillas, a tu coche, el cubo de basura, los populares wearables, dispositivos médicos, servicios de envío y entrega, alumbrado público o granjas, existen muy pocas industrias que no puedan ser alcanzadas por IoT.

Y mientras muchos de ellos no necesiten de una gran interacción con nosotros, podremos beneficiarnos de su existencia… incluso si es solamente un frigorífico diciéndome que tengo que dejar la cerveza.

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