La aparición de casos de chikunguña, enfermedad tropical transmitida por mosquitos infectados por un virus, causa alarma en España. ¿Debemos preocuparnos?
La aparición de un centenar de casos de chinkunguña en España ha levantado todas las alarmas. ¿Debe preocuparnos esta enfermedad? ¿Por qué se produce? ¿Cuál es la razón por la que no se hubiera observado antes en España? Hoy trataremos de contestar a las dudas que nos puede producir un trastorno que apareció por primera vez en nuestro país en 2014.
El chikunguña es una enfermedad transmitida por mosquitos del género Aedes infectados por un virus, que afectaba habitualmente a África, el sudeste de Asia y el subcontinente de la India. En 2013, sin embargo, el virus que la produce cruzó dos océanos, ya que se detectaron los primeros casos en la isla de San Martín, a 240 kilómetros de Puerto Rico.
Caracterizada por fuertes dolores articulares
A pesar de lo raro que parecía que un virus y el mosquito que lo transmite hubieran podido viajar desde las regiones donde la infección era endémica hasta el continente americano, los síntomas no dejaban lugar a dudas. Los fuertes dolores articulares y de cabeza en los pacientes, la fiebre o las erupciones cutáneas eran signos claros de que el chikunguña había llegado a América.
Más rápido de lo que las autoridades sanitarias imaginaban, la transmisión autóctona se expandió por 45 territorios y países del continente americano, según el Ministerio de Sanidad. Entre 2007 y 2014, se observaron los primeros casos de chikunguña en Europa, la mayoría importados de personas que procedían o habían viajado a Asia y África. En España se comenzaron a detectar los primeros pacientes el año pasado, algo esperable teniendo en cuenta el gran flujo de viajeros entre nuestro país y el continente americano y la llegada del virus a Europa.
A finales de agosto, se habían diagnosticado 114 casos importados de chikunguña, y además, el mosquito que lo transmitía se había visto en zonas como Cataluña, Comunidad Valenciana, Murcia y Andalucía. Esta curiosa distribución ha llevado a algunos medios de comunicación, como El País, a hablar de «la autopista del mosquito tigre» para referirse a la presencia de Aedes albopictus en estas regiones.
¿Existe algún riesgo?
La fiebre del chikunguña ha afectado durante años a millones de personas. En general, la evolución clínica de la enfermedad no es grave, sino que los signos suelen desaparecer en un período de una a tres semanas. En algunos casos, sin embargo, alguno pacientes pueden sufrir recaídas en cuanto a los síntomas relacionados con los dolores reumatológicos. La mortalidad por esta infección es rara y sólo se ha observado en personas mayores.
Según el Ministerio de Sanidad, la población española no ha estado en general expuesta al virus que provoca el chikunguña, por lo que el riesgo es bajo. La evolución clínica favorable y su baja mortalidad son también datos positivos. Sin embargo, la alta probabilidad de contar con casos importados desde otras regiones, así como la presencia del vector que la transmite (mosquito tigre) en la costa mediterránea sí debería preocuparnos para mantener la vigilancia sanitaria.
La investigación sigue trabajando para que enfermedades tropicales como el chikunguña, u otros trastornos como el dengue y la malaria, no supongan ninguna amenaza. Para tratar de controlar su transmisión, algunos científicos especializados en biotecnología desarrollan mosquitos modificados genéticamente, con los que evitar que este insecto siga propagando el virus que causa la enfermedad, como contaron en El Español.
En cualquier caso, deberemos permanecer alerta para detectar, controlar y tratar a los pacientes que puedan ser infectados por el virus del chikunguña. Un virus que, como vemos, fue capaz de viajar medio mundo en un mosquito que ahora parece asentarse en nuestro país.
Imágenes | James Gathany (Wikimedia), Ministerio de Sanidad, James Gathany (Wikimedia)
