El uso de drones en agricultura en Perú supone una nueva aplicación tecnológica de estos vehículos, que podría mejorar la monitorización y control de los cultivos agrícolas.
Los vehículos aéreos no tripulados (VANTs), más conocidos como drones, suelen ser identificados mayoritariamente por sus aplicaciones militares. Sin embargo, sus usos pueden ser mucho más diversos, como en el caso de la toma de muestras en ambientes donde se da una alta toxicidad química y radiológica, en la evaluación del estado de la atmósfera o en el control y seguimiento de la planificación urbanística.
Pero la innovación que ofrecen estos VANTs va más allá de su mera aplicación militar o sus pioneros usos en geología, metereología o urbanismo. Hace unos días en Think Big ya os contamos que los drones podrían ser utilizados, junto con los smartphones, en la mejora de los sistemas de salud. Hoy vamos un paso más allá, con la aplicación de drones en agricultura, un desarrollo pionero impulsado en Perú.
La agricultura peruana: de la tradición a la innovación tecnológica
Una de las principales actividades económicas de Perú, junto con la pesca, la minería o la manufactura de textiles, es sin lugar a dudas la agricultura. Sin embargo, desde la época prehispánica (cuando este sector era el predominante) a la actualidad, se observa un fuerte proceso de industrialización, en el que destaca el crecimiento de la exportación de los productos recogidos en los cultivos peruanos.
Síntoma de este potente desarrollo tecnológico es la introducción de drones en agricultura. Esta innovación puede suponer una auténtica revolución, al permitir una precisa monitorización de los cultivos agrícolas, frente a las imágenes vía satélite que se suelen emplear de manera tradicional.
Por ejemplo, los drones en agricultura podrían alertar de manera más temprana sobre posibles daños en los cultivos, con la llegada de plagas o infecciones que supusieran perjuicios para las cosechas. Asimismo, el uso de drones en agricultura también supondría un uso más eficiente y especializado de los pesticidas químicos, que podrían emplearse solo en aquellas plantas que los requirieran.
La introducción de drones en agricultura en los cultivos peruanos supone una fuerte apuesta por la innovación tecnológica. De este modo, los vehículos cuentan con un equipamiento sofisticado, al incluir microcomputadoras, cámaras, localizador por GPS y un altímetro. El vuelo de estos pequeños drones puede ser programado mediante el uso de Google Maps, mejorando el seguimiento y la monitorización de los cultivos.
Este trabajo pionero ha sido posible gracias a la labor investigadora del equipo de Andrés Flores, de la Universidad Católica de Perú, que ahora explora, tras el uso de drones en agricultura, su posible utilización en otros ámbitos, como la arqueología. La innovación no se detiene, y el aporte de estas novedosas tecnologías en diversas áreas puede apoyar actividades económicas tan «clásicas» como la agricultura.
