el papel electrónico evoluciona hacia la flexibilidad total

El ePaper evoluciona hacia la flexibilidad total

Hace 15 años se habló por primera vez del ePaper o papel electrónico. Detrás de este macroproyecto que supuso el nacimiento de la tinta electrónica estaba, como ya nos tiene acostumbrados, un equipo de investigación del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT). Siete años después, se comercializó la primera pantalla con esta tecnología y a ella le siguieron otras para tablets y libros electrónicos y así hasta las primeras pantallas parcialmente flexibles en un camino por crear la alternativa real a los eBooks. Y, sobre todo, a su viejo inspirador: el papel.

Extremadamente finos, los prototipos inventados suelen rozar los milímetros del cartón, son cada vez más resistentes a las roturas –incluso algunas firmas dicen competir con la de los libros electrónicos– y ultraligeros y sorprendentemente flexibles hasta llegar a enrollarse. Sin embargo, siguen lidiando con obstáculos que se auguraban largos de superar: la nitidez, el color, el brillo y su actualización inmediata. Y por supuesto, doblarse en su totalidad.

La electrohumectación

Pues parece que la rivalidad con el papel no queda ahora tan lejos. Un grupo de estudiantes de la Universidad de Cincinnati, dirigidos por su profesor Jason Heikenfeld, ha conseguido crear un papel electrónico con la misma calidad de lectura, según EsMateria.com. Superando a los sistemas de cristal líquido, como el iPad, y los basados únicamente en tinta electrónica, como el Kindle, combinan las pantallas electroforéticas del Kindle con la electrohumectación, una técnica que ayuda a repeler el agua de una superficie controlando así la tinta y consiguiendo ser reflectante.

Un estudiante de la Universidad de Cincinatti con el ePaper

Los aspectos técnicos y científicos de lo que el grupo que ha denominado paneles electrofluídicos son para nota. Su base es una película de plástico de color blanca fina como el papel impreso, que incorpora unos electrodos que responden a diferencias de voltaje para mostrar o esconder la tinta electrónica a gran velocidad. Con esto se consigue mantener el tiempo suficiente la imprenta en pantalla y, por tanto, la actualización de textos y imágenes y el movimiento en vídeos.

Luminosidad sin reflejos

Al ser emisores de luz, los dispositivos de lectura electrónica conocidos precisan de una carga de batería potente, lo que supone un handicap para su ligereza, sin entrar en otros detalles como que la retroiluminación oscure la pantalla al contraste con fuentes luminosas.

Lo que ha conseguido este grupo de avanzados alumnos de la Universidad de Cincinnati no tiene parangón: una reflectividad de los blancos del 80% (teniendo en cuenta que un papel de gran calidad ofrece el 76%). En consecuencia, el peso del nuevo ePaper se ve radicamente reducido con esta nueva tecnología, hasta el punto de retar las limitaciones de rigidez y llegar a una flexibilidad completa sin riesgos de rotura.

Si las investigaciones siguen su hasta ahora exitoso curso, en un par de años podríamos llevar tablets plegables de bolsillo. Y de momento, eso sí que no tendría rival… Pero, paciencia techies, aún habrá que esperar.

Imágenes | EsMateria.com

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