El fin de las noticias falsas para Facebook pasa por educar a los usuarios

Aunque la compañía tiene en marcha más medidas, la educación al usuario sobre noticias falsas y cómo identificarlas es de los mecanismos a priori más efectivos que la compañía ha puesto en marcha.

Las elecciones presidenciales estadounidenses pusieron sobre el mapa muchas cosas, y entre ellas, la necesidad de frenar el creciente fenómeno de las noticias falsas en Facebook, que se cree que pudo ayudar a Donald Trump a ganar votos. Durante un tiempo, la compañía de Mark Zuckerberg negó tener responsabilidades en esa ola, pero ahora ha comenzado a tomar medidas, siendo una de las principales educar a los usuarios para mejorar su detección de noticias falsas.

El funcionamiento es sencillo: al iniciar sesión, usuarios de 14 países, entre los que no se encuentra España, recibirán un mensaje sobre cómo identificar contenidos que pueden haber sido manipulados o que ocultan gran parte de la verdad de una historia. Facebook ya está implantando otras maneras de reducir la potencia de estas noticias, como por ejemplo limitando su aparición y monetización, pues desde la compañía reconocen que los autores más que instaurar un perfil ideológico, persiguen ganar dinero.

Por ello, el primer consejo de Facebook al usuario es actuar de forma escéptica sobre los titulares sensacionalistas, el gran cebo para que las noticias se hagan virales y lleguen a millones de personas. En segundo lugar recomiendan mirar con cuidado los enlaces, pues en muchos casos copian descaradamente a medios tradicionales, introduciendo ligeros cambios. El consejo más importante, desde mi punto de vista, es el de revisar la fuente, aunque en este punto existe otra problemática, y es que muchos usuarios han dejado de confiar en medios tradicionales, por lo que su no aparición en las noticias tampoco les activa ninguna alerta.

Otros consejos pasan por el estilo del artículo, tanto en cuanto a escritura como en cuanto al formato del contenido. La parte gráfica suele presentar imágenes desagradables o que envalentonan, y el texto suele presentar un mensaje muy directo y, en ocasiones, errores de escritura. También es posible que existan fechas sin sentido, informadores o expertos consultados sin un historial fiable, o incluso que el artículo copie otros de tono humorístico para intentar colarse en nuestro muro.

La gran inversión que Facebook está haciendo comienza a notarse, y aunque siempre habrá maneras de transmitir mensajes difamatorios, introduciendo el factor de la educación, que es justo como lo plantea el equipo de Zuckerberg, todo es posible.

Sobre el autor

RELACIONADOS