El retorno de Uber X a España

Uber confirma a través de Twitter que volverá a dar servicio en España a principios de 2016 cambiando su estrategia de negocio.

Si pudiéramos hacer un ranking que midiera el nivel de comodidad para transportarnos, el coche, por su accesibilidad y popularidad, estaría probablemente en el puesto número uno de la lista. De esta realidad se percató hace ya varios años la empresa Uber, que decidió lanzar su aplicación en todo en el mundo para que cualquier conductor pudiera hacer de taxista o de cliente. Es tan fácil como descargarse la aplicación y crearse una cuenta. Ambas partes, conductor y cliente, son beneficiarios de este negocio.

Problemas regulatorios

Solo en Madrid se cuentan ya alrededor de 15. 646 licencias, pues aunque el sector se ha visto muy afectado como consecuencia de la crisis económica, es una de las ciudades con más taxis del mundo. En esta tesitura, al parecer de este colectivo, esta nueva aplicación no iba a ayudar a mejorar su situación. Como consecuencia  se produjeron varias huelgas del sector, alegándose que Uber no era una aplicación segura, pues al final permitía que cualquier conductor pudiera transportar personas, además de la exención del pago de impuestos. También se cuestionó su peculiar sistema de tarifas (subir los precios en caso de lluvia, por ejemplo) o el tratamiento a  usuarios discapacitados (negándose a colocar sillas de ruedas en el maletero). Estas movilizaciones fueron sonadas y los tribunales prohibieron a Uber operar desde finales de 2014, quedando con ellos congelado el polémico servicio de transporte alternativo. Eso sí, esto no fue un impedimento para que Uber siguiera luchando por su hueco en España.

UberX

Mytaxi, la propuesta del taxista

Por su parte, el éxito de Uber fue una clara muestra de la necesidad de renovarse y entrar de lleno en el mundo de las aplicaciones en el gremio del taxi. Una de las más populares es Mytaxi, la startup alemana  que ofrece un servicio para solicitar un taxi y pagar en el momento desde tu smartphone. Fundada en 2009, cuenta ya con más de 10 millones de descargas y está disponible en 40 ciudades con una red de más de 45.000 taxistas.

La aplicación quiere ahora hacer las paces

A pesar de todo, Uber no se dio en ningún momento por vencida. Y vuelve más viva que nunca, tendiendo la mano a las Administraciones, y prestándose a colaborar con las autoridades para que flexibilicen la normativa a través de una nueva aplicación, Uber X, que contará con conductores profesionales y autónomos con permiso para transportar pasajeros. De este modo se quiere evitar tropezar con los problemas judiciales en los que se vio envuelta en el pasado.

UberX

El lanzamiento de Uber se anuncia para enero de 2016. Los conductores interesados en trabajar dentro de la plataforma tendrán que contar con la licencia VTV para transportar pasajeros. La licencia VTC, vehículo de transporte colectivo, es una autorización administrativa para el transporte de personas. En cuanto a los conductores, pueden constituirse como una empresa, trabajar para terceros o ser autónomos, pero en todo momento deben disponer de un permiso de circulación de la clase BTB y estar dados de alta en la Seguridad Social. Además no podrán buscar clientes en la vía pública ni recogerlos sin que lo hayan solicitado previamente por la aplicación.

La estrategia de intentar acoplarse a las reglas del juego en lugar de imponerlas parece que funciona. El ejemplo más claro lo tenemos en Massachusetts (EEUU), donde Uber ha conseguido entrar con éxito, cediendo sus datos, que obtiene de los móviles sobre las rutas, los hábitos de los viajeros, etc., a los Ayuntamientos para que puedan planificar mejor los transportes públicos de la cuidad. Algo que se podría llegar a implantar también en Madrid, donde en estos momentos los altos niveles de contaminación están suponiendo importantes restricciones en el tráfico.

La campaña de Uber se basa en la “economía colaborativa” que en estos tiempos parece estar llamada a convertirse en  negocio seguro. Un ejemplo de ellos es la nueva aplicación de alquiler de habitaciones Airbnb. Estos negocios cada vez son más habituales y sus creadores insisten en que no hacen competencia desleal, sino que constituyen una nueva oportunidad de abrir mercado.

La pregunta obligada a estas nuevas compañías pasa por saber si operan dentro de la normativa o lanzan sus negocios y esperan el feedback de los usuarios para mantenerlos.

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