Mayak

El satélite ruso que quiere convertirse en el punto más brillante del cielo

Estudiantes rusos pretenden lanzar un satélite al espacio denominado Mayak. ¿Su objetivo? Convertirlo en el punto más brillante del firmamento.

Estamos acostumbrados a oír hablar de satélites que, una vez puestos en órbita, nos ayudarán a mapear el calentamiento global, las dinámicas de los océanos o la contaminación atmosférica. Lo que quizás pocos sepamos es que, a veces, los satélites pueden perseguir objetivos muy diferentes a los propios de un proyecto científico. Este es el caso de Mayak, una iniciativa que ha obtenido más de 26.000 euros en una campaña de crowdfunding.

¿Para qué sirve este satélite ruso? Los tiempos en que vivimos están caracterizados por una intensa contaminación lumínica, que nos impide observar el cielo con toda claridad desde las ciudades más pobladas. Por eso un grupo de ingenieros de Moscú ha decidido lanzar una curiosa iniciativa: enviar al espacio un satélite que se convertiría en el punto más brillante del cielo. El nombre del proyecto no es casual, ya que la traducción de Mayak es, precisamente, «faro».

Para lograr su objetivo, los estudiantes realizaron una campaña en la plataforma Boomstarter, la homóloga rusa de la conocida Kickstarter. En el momento de la publicación del artículo, Mayak había conseguido casi 2 millones de rublos, una cantidad económica que equivale a unos 26.000 euros, un 132% del objetivo inicialmente presupuestado.

El satélite Mayak, que no cuenta con un equipamiento demasiado especializado, presenta unas dimensiones pequeñas. La agencia espacial rusa, según informa Omicrono, ha mostrado su interés en ceder un cohete Soyuz-2 para su lanzamiento el próximo mes de julio. Una vez en órbita, Mayak se desplegaría hasta alcanzar una superficie de 16 metros cuadrados de reflectores, que reflejarían la luz del Sol hasta convertir al satélite ruso en el «punto más brillante del firmamento».

El envío de Mayak al espacio irá acompañado de un satélite con un gran reto científico por delante. El Canopus-B-IR se encargará de monitorizar los fuegos forestales en órbita. Pero bajo la idea del satélite ruso Mayak se esconden otras iniciativas pasadas, según aclaran desde Ars Technica. En 1993, el cohete Progress también llevaba consigo a Znamya, un satélite experimental que pretendía reflejar la luz solar para proveer de energía a la Tierra durante la noche.

El fracaso del experimento Znamya, que no llegó a separar el espejo reflector de la antena y acabó destruido al reentrar en la atmósfera, condenó a esta iniciativa al abandono. Por ello, por extravagante que parezca la idea detrás de Mayak, quizás en el futuro nos sirva y podamos ir más allá del «punto más brillante del firmamento». ¿Lo conseguiremos? Solo el tiempo nos dirá si esta campaña de crowdfunding consiguió algo más desde el espacio.

Imágenes | Michael J. Bennett (Wikimedia)

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