Europa y Japón trabajarán en conexiones a internet de 100 Gbps

La Comisión Europea y Japón han suscrito un acuerdo de colaboración para trabajar en el desarrollo de conexiones a Internet de 100 Gbps y hacer frente al futuro incremento masivo del tráfico de datos.

La Agencia Digital Europea nace con el objetivo de dotar a todos los ciudadanos de la Unión Europea de una conexión a Internet de 30 Mbps como mínimo. Un ambicioso objetivo que contrasta con la gran disparidad de ofertas que encontramos en la geografía Europea y que se alejan bastante de servicios como Google Fiber. En el caso de España se fijó el año 2015 como fecha tope para que al menos el 50% de los ciudadanos tengan acceso a conexiones FTTH de 100 Mbps.

Pero la comisión Europea está decidida a cumplir con sus objetivos para el 2020 y sigue trabajando en el desarrollo de una infraestructura de telecomunicaciones común a toda Europa con el fin de ofrecer a los ciudadanos conexiones a Internet de 100 Gbps. Una prueba notable del impulso de las redes ultrarrápidas de nueva generación es el acuerdo de colaboración que ha suscrito la Comisión Europea con Japón, para trabajar de forma conjunta en el desarrollo de estas conexiones a Internet de 100 Gbps.

No es de extrañar que para cumplir con este ambicioso objetivo la Comisión Europea haya decidido contar con la colaboración externa de Japón para el desarrollo de seis proyectos de investigación para la redefinición de las arquitecturas de Internet y el incremento de la eficiencia de las redes de transporte de datos, teniendo en cuenta que son todo un referente mundial en redes FTTH de acceso a Internet, y en particular, en el desarrollo de proyectos de investigación estrechamente vinculados a las redes de nueva generación.

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Precisamente uno de los objetivos fijados por la hoja de ruta de la Comisión Europea es que uno de los seis proyectos a desarrollar conjuntamente con Japón, pretenda crear redes 5.000 veces más rápidas que la velocidad media de banda ancha europea, es decir, 100 Gbps en comparación con los 19,7 Mbps actuales. Por tanto, la necesidad urgente en crear nuevas redes de banda ancha-ultrarrápida en vista a la demanda masiva de datos en línea que se prevé para la próxima década, pone sobre la mesa la importancia de Internet como servicio  estratégico de gran valor económico, social y político para los países miembros de la Unión Europea.

A tenor de los datos que ha hecho públicos la Comisión Europea, parece que corroboran esta demanda masiva de datos en línea en un futuro próximo. Según estos informes, actualmente circulan 1,7 petabytes de datos por minuto, es decir, el doble del volumen del tráfico de datos generado en 2012 y principios del 2013. Además, se espera que este valor se incremente hasta en 12 veces en el año 2018, por lo que debemos preparar nuestras redes actuales para tal demanda, según el plan fijado por la vicepresidenta de la Comisión Europea Neelie Kroes. Tal y como anunció Kroes en su intervención en el Global Symposium for Regulators 2013 organizado por la Unión Internacional de Telecomunicaciones –ITU– en Varsovia, Polonia: «Nuestro Internet para el futuro no debe conocer barreras y mucho menos barreras creadas por nosotros mismos al no estar preparados para la revolución de los datos y la información.»

Los seis proyectos programados para llevar a cabo el redimensionamiento de las redes actuales de telecomunicaciones, cuentan con un respaldo económico de 18 millones de euros con el que también se abordarán, de forma paralela, temas relacionados con la ciberseguridad, Big Data y almacenamiento, gestión de la capacidad y del tráfico de alta densidad de la red y la eficiencia energética.

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Los proyectos financiados son:

  • STRAUSS: se encargará de crear redes de fibra óptica de más de 100 Gbps.
  • MiWEBA: se encargará de optimizar el uso de las frecuencias radioeléctricas existentes con el fin de impulsar la ultra-alta velocidad y las conexiones móviles.
  • NECOMA: explorará nuevas formas de mejorar la ciberseguridad en entornos sensibles, como por ejemplo los registros historiales clínicos, mediante el desarrollo de nuevos indicadores para evaluar las amenazas y el impacto potencial de los ataques cibernéticos.
  • GreenICN: tratará de garantizar la eficiencia energética de las redes de información, creando situaciones de stress para poner a prueba la fiabilidad de la red en situaciones posteriores a desastres –terremotos, huracanes–, donde los recursos energéticos son escasos y el buen rendimiento de la red es vital.
  • CLOUT: permitirá el control en tiempo real de sensores para ejecutar operaciones en ciudades inteligentes, tales como el flujo de tráfico de la energía o situaciones de emergencia. Para lograr este objetivo, el proyecto integrará las características del Cloud Computing e Internet de las cosas.
  • FELIX: creará plataformas experimentales conjuntas entre la UE y Japón para ayudar a los proyectos llevados a cabo en universidades y centros de pruebas que precisen del uso de las nuevas tecnologías en sus redes de investigación.

La presentación de los proyectos se llevó a cabo en un evento inaugural organizado en Tokio, donde se reunieron la Comisión Europea, el Ministerio del Interior japonés y Comunicación –MIC–, el Instituto Nacional de las TIC –NTIC–, junto las principales universidades y departamentos de I+D de empresas como Telefónica, Panasonic, Orange NEC, NTT, KDDI, ADVA, STMicroelectronics e Intel.

Imágenes | vía Flickr Four 12 y dvanzuijlekom

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