La innovación en Israel es admirada en medio mundo, ya que es uno de los países que más invierte en I+D y con mayor número de empresas tecnológicas. ¿Cuáles son los secretos de su éxito?
Uno de los factores clave del éxito de la innovación en Israel es su apertura hacia el resto del mundo. Sus empresas, lejos de estancarse, han sabido internacionalizarse y crear modelos de negocio atractivos para inversores de fuera de sus fronteras. No hay dudas, Israel es pionero en la economía basada en el conocimiento. ¿Pero cuáles son los pilares de su éxito?
En primer lugar, Israel ha invertido mucho en investigación y desarrollo. Conscientes de que la innovación no sigue un modelo lineal, sino que depende de múltiples factores, este país no ha dejado de apostar y creer en su crecimiento económico. En 2009, la inversión en investigación y desarrollo civil superó el 4% de su PIB, un porcentaje muy alejado del gasto que realizaban anualmente países industrializados como Reino Unido, Alemania, Francia o Estados Unidos.
La localización del país también ha sido muy importante, ya que se encuentra en un punto de encuentro entre las regiones occidentales más industrializadas y algunos de los territorios emergentes más conocidos (como China e India). En otras palabras, la innovación en Israel no sólo ha dependido de su propia inversión pública, sino que ha fomentado la inversión privada y especialmente, ha sabido atraer a inversores extranjeros a su territorio.
Atraer capital riesgo
En 1993, el gobierno israelí creaba su propia firma de capital riesgo, denominada Yozma Group, con un fondo inicial de 100 millones de dólares. A partir de ahí, la administración se lanzó a buscar otras compañías de venture capital, con el objetivo de que fueran participadas por el propio gobierno en un pequeño porcentaje (a través de la misma Yozma), y compitieran entre sí por las mejores start-ups tecnológicas del país.
Las condiciones del juego eran muy favorables para los inversores. Esto fue posible porque el gobierno permitió que en el caso de que apostaran por empresas exitosas, pudieran recuperar la inversión inicial. Reducir este riesgo, uno de los interrogantes más importantes a la hora de atraer o no capital extranjero, fue crucial para el éxito de la innovación en Israel.
No estigmatizar el fracaso
Se suele decir que Estados Unidos es la «meca» de los emprendedores, porque ante todo, no estigmatiza el fracaso. Israel también destaca por esta característica, puesto que fallar en un negocio anterior supone haber aprendido de los errores cometidos. Volver a intentarlo y tratar de evolucionar con la oportunidad de negocio resultan fundamentales.
Tal vez por esta razón Israel también está a la cabeza del sector tecnológico. Grandes compañías como IBM, Microsoft o Intel cuentan con centros de I+D+i en este territorio. De hecho, más del 50% de las exportaciones que realiza Israel están relacionadas con avances en tecnología. No se trata de fracasar, sino de intentarlo una vez más, y especialmente, mejor. Éstas quizás son las lecciones que deberíamos tener en cuenta para aprender del modelo innovador israelí.
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