Instagram está condenada a ganar

El mimo e inversión de Facebook hacia Instagram sigue creciendo, como su número de usuarios, y por su potencia comercial y talento acumulado, está condenada a ganar.

Instagram nació en 2010 como un álbum de fotos digital donde se simulaban las fotos que tomaban las antiguas cámaras instantáneas Polaroid, pero tras ser comprada por Facebook y universalizarse, todo cambió. La llegaba masiva de usuarios propició que los usos ya no estuvieran preestablecidos, y lo primero hizo que dejara de ser una red social de personas y momentos para ser una red social de experiencias, donde marcas, personas e ideas sobre una nueva era confluirían. Pero no sería suficiente.

Facebook estaba convirtiendo Instagram en lo que es hoy en día, una perfecta máquina publicitaria adaptada a los millenials, pero en el camino había otros productos que, si bien no le superaban en popularidad y usuarios, estaban cambiando las reglas del juego. Como mostró la irrupción youtuber, el vídeo era la próxima plataforma. Vine fue más allá: vídeo, pero primando la ocurrencia y una característica que luego sería más entendida a raíz de Snapchat: lo efímero. Los vídeos de Vine no desaparecían, eran permanentes, pero la red social fue de las primeras en entender que la duración no sería algo primado.

Vine ya está disponible para Android
Vine inició lo efímero.

Sin vídeo, Instagram se estaba perdiendo mucho, y aterrizaron en un formato de de 15 segundos, que años más tarde fueron ampliaron a 60. Instagram dejaba de ser, definitivamente, el producto que había comprado Facebook, y a partir de ese momento nada sería igual. La mejoría del servicio continuó, y la publicidad se hizo mucho más efectiva para el usuario, aspecto en el que la red social sigue reinando. No hay ninguna otra red social que tenga publicidad tan adaptada a su público, tan atractiva.

Pero de nuevo, Instagram se estaba perdiendo dos tendencias: la del vídeo efímero con el que contar experiencias de todos los momentos de manera divertida y la de los vídeos en directo que había iniciado Meerkat y popularizado Periscope. Tras intentar adquirir Snapchat, Mark Zuckerberg decidió que ya era hora de dar el paso final y lanzó Instagram Stories y el vídeo en directo. Lo que pasó es historia.

Con sus matices, Instagram Stories ha superado a Snapchat. El matiz es que es un servicio integrado en una aplicación que ya era enorme, que se ha activado sin preguntar a los usuarios y que no es posible desactivar. Los filtros y máscaras de realidad aumentada de Snapchat han seguido marcando la diferencia, pero antes del F8 ya era posible prever que todo iba a cambiar muy pronto.

El gran valor de Snapchat siguen siendo sus filtros. Pero el F8 mostró que incluso eso puede acabarse.

Usuarios de Instagram Stories van a Snapchat sólo a generar historias que luego guardan en su carrete o galería para luego subirlos al servicio que realmente van a usar. ¿Cómo se sabía antes del F8 que Facebook podía revertir esto? Sencillo, gracias a haber comprado (pero aún no haber integrado) una aplicación que era incluso mejor en eso que Snapchat, MSQRD.

Tras el F8 se percibe esa integración de MSQRD en las herramientas que Facebook ha puesto en manos de los desarrolladores, y está claro que, en cuanto llegue a los servicios tiene con historias, que incluyen a WhatsApp, Facebook, Instagram y Facebook Messenger, incluso el fin de Snapchat como plataforma de generación de fragmentos, que ni de compartición, puede estar cerca.

Instagram ya aglutina todo lo que ofrecen sus competidores, incluso la funcionalidad de colecciones de Pinterest, que tiene mucho sentido teniendo en cuenta el contenido que muchas cuentas suben. Ahora, el equipo de Zuckerberg tiene que demostrar el talento que tiene y que, con él, es capaz, de crear las tendencias de uso que ha ido integrando. Una, podría ser un enfoque innovador sobre pagos móviles, pero ya han dicho que no les resulta muy atractivo seguir ese camino.

El roadmap de Facebook beneficia a Instagram.

La realidad aumentada es lo próximo, es el gran aprendizaje del F8. Pero la cuestión en este caso es, ¿se pretende que todos los servicios converjan, o por otra parte, que Instagram tenga funciones exclusivas para su público que sigan reforzando su valor publicitario?

Si ocurre lo segundo, es Instagram quien mejor rentabiliza su número de usuarios, y por ello, quien más interesa a Facebook que siga creciendo, pues llegará incluso donde la gran F a secas no pueda. Si todo depende de inteligencia artificial, Facebook también está mejor posicionada que sus competidores. No hay escapatoria.

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