Gracias a la rama de la inteligencia artificial conocida como aprendizaje automático un equipo de científicos ha descifrado el código de los murciélagos.
El aprendizaje automático es una rama de la inteligencia artificial encaminada a introducir en las máquinas la capacidad de aprender. Cada vez se habla más de esta tecnología y uno de los motivos es porque cada vez hay más investigaciones que profundizan en ella. A fuerza de hacerlo, los investigadores han descubierto que un algoritmo puede crear sus propias reglas entrenándolo convenientemente. Esto es lo que ha hecho un equipo de especialistas de la Universidad de Tel Aviv. Su materia prima: el código de los murciélagos.
El objetivo de su estudio era descifrar la comunicación de estos mamíferos voladores. Sus chillidos son difíciles de catalogar adecuadamente, como sí ocurre con otros animales, como algunas especies de primates. De ahí que los científicos de la Universidad de Tel Aviv hayan empleado técnicas de inteligencia artificial para sus averiguaciones.
El equipo grabó durante 75 días a dos grupos de 11 murciélagos que permanecían en dos jaulas separadas. Después los especialistas repasaron todos los vídeos tratando de descubrir qué murciélagos chillaban y a quién se dirigían, así como el objeto de su comunicación –ya fuera alimentación, sueño o sexo– y cuál había sido el resultado de la discusión.
Por otra parte los científicos nutrieron un algoritmo de aprendizaje automático con más de 15.000 llamadas de siete hembras con sus correspondientes significados. Al preguntar al programa sobre el vídeo grabado, su ratio de acierto fue alto. El 71% de las veces dedujo correctamente qué murciélago estaba emitiendo el sonido y en un 61% adivinó el tema de la discusión. Su resultado ya fue más difícil de averiguar. Solo en un 41% de las ocasiones el algoritmo acertó este aspecto.
De esta forma los científicos han aprendido algunas lecciones sobre el código de los murciélagos. Hasta ahora se pensaba que una serie de chillidos comunes significaban ‘fuera de aquí’, pero han resultado algo más sofisticados. En realidad estos sonidos contienen una gran cantidad de información.
Estos descubrimientos serían el principio. A partir de ahora los científicos esperan descifrar gran parte del código de los murciélagos basándose en los patrones identificados. Y esto permitiría aprender más sobre el comportamiento de estos animales.
Imágenes: vitch y visual_paradox