Jason Hoffman, recientemente fichado por Ericsson, es también el fundador de la conocida empresa de cloud-computing Joyen. Una compañía que nació para ayudar en el tratamiento del cáncer que padecía su madre.
En la imagen superior vemos un antiguo teléfono de Ericsson, una fotografía sorprendente en estos tiempos en los que hablamos de smartphones curvos o tablets de última generación.
La imagen hace referencia a Ericsson, la compañía sueca del sector de las telecomunicaciones, centrada especialmente en telefonía móvil. ¿Y por qué hablamos hoy de esta empresa? Para aquellos que sigan los últimos movimientos de la industria, el reciente fichaje de Jason Hoffman por la compañía sueca no les sonará demasiado raro.
Y es que el nuevo director de Estrategia Digital de Ericsson tiene una interesante historia detrás de su trayectoria profesional. Es posible que a muchos les suene también su nombre por ser el fundador de Joyent, una conocida empresa de cloud-computing, en la que también participa Telefónica.
Pero si revisamos la biografía de Jason Hoffman hay algo que nos choca inevitablemente: ¿cómo un médico de formación acabó trabajando en servicios informáticos?
La alianza entre medicina y supercomputación
La historia de Joyent narra también la lucha contra el cáncer de la madre de Jason Hoffman. Pero la gran prevalencia de esta enfermedad hace que su lucha sea a su vez el caballo de batalla de muchos pacientes a diario. Por fortuna, la medicina ha logrado durante los últimos años grandes éxitos en el diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad.
Pero nuestra salud también se ve ayudada por las herramientas supercomputacionales. Así lo entendió desde el primer momento Jason Hoffman, que lejos de dejarse vencer por el desaliento ante la terrible situación de su madre, decidió emplear todos sus esfuerzos en ayudar a la alianza entre supercomputación y salud.
Así fue como nació Joyent. Esta compañía especializada en computación fue pionera en la secuenciación del genoma de la madre de Jason Hoffman y por fortuna, esta se curó tras meses de tratamiento.
Sin duda, la lucha de los médicos y de la familia Hoffman fue imprescindible, pero por suerte hoy contamos con un lado positivo en esta historia, la mejora de las herramientas computaciones en la medicina personalizada.
La historia de Jason Hoffman, su familia y sus aventuras profesionales nos deja una página realmente interesante en la historia de la bioinformática. Y es que, como os hemos contado en varias ocasiones, la alianza de la computación con la investigación médica está destinada a ser fundamental en el cuidado de nuestra salud en los próximos años.
Imágenes | YouTube, Wikipedia, Isabelle Puaut (Flickr)
