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La biomímesis llega a la electrónica: primera batería que utiliza azúcar para funcionar

Investigadores del Virgina Tech en Estados Unidos logran la primera batería fabricada con azúcar. Este ejemplo de la electrónica es una muestra más de cómo la biomímesis puede cambiar el sector de la tecnología.

Hace sólo unas semanas explicábamos en Think Big algunos de los ejemplos más destacados de la biomímesis, es decir, de tecnología creada y desarrollada usando como fuente de inspiración la propia naturaleza. Son avances espectaculares: coches que recuerdan a abejas y peces, dispositivos médicos fabricados según ciertos mecanismos naturales de tiburones o robots capaces de correr sobre el agua.

Los ejemplos de la biomímesis son variados y, sin duda, espectaculares. Su aplicación en el sector de la electrónica también es realmente interesante, pues compañías como Qualcomm ya se han inspirado en mariposas para fabricar la nueva generación de pantallas de nuestros libros electrónicos, con el objetivo de que no reflejaran la luz y pudiéramos leer de manera más cómoda.

La electrónica busca inspirarse en la naturaleza

El ejemplo de Qualcomm parece haber surtido efecto en el sector de la electrónica. Y es que ya hay más iniciativas que buscan modelos en la naturaleza para fabricar y desarrollar innovadores dispositivos. El último proyecto inspirado en esta biomímesis se localiza en el Virginia Tech, un centro pionero en I+D+i.

Para su desarrollo tecnológico los ingenieros se han fijado en los propios organismos vivos, ya que para funcionar usamos como combustible azúcar. El conjunto de reacciones químicas que ocurren en nuestro cuerpo, conocidas como metabolismo, posibilitan que usemos el azúcar (además de otros compuestos químicos) para producir energía y fabricar las estructuras que forman parte de nuestro organismo.

biomímesisSu trabajo, publicado ahora en Nature Communications, se ha centrado en la creación de una batería que usa azúcar como combustible.

Muchos de los dispositivos que utilizamos a diario utilizan baterías de ión litio, a pesar de que la oferta de litio a nivel mundial es bastante reducida, pues sólo se produce en países como Bolivia, China, Chile, Argentina o Australia. Si consiguiéramos cambiar este tipo de baterías convencionales por las nuevas fabricadas en el Virginia Tech, e inspiradas en la biomímesis, tendríamos un «combustible» mucho más seguro y abundante.

¿Funcionarán estas innovadoras baterías? La combinación de proteínas empleada por los científicos norteamericanos no existe per se en la naturaleza, pero los investigadores pudieron ajustar la vida media de la batería en función de la concentración de azúcar.

Los resultados de su experimento, a primera vista, parece que funcionan. Las innovadoras baterías, fabricadas gracias a la biomímesis, presentan una densidad energética 10 veces mayor que la de las baterías convencionales. Además, el uso de azúcar en lugar de litio permite que puedan ser recargadas.

Los retos que aún tienen por delante desde el Virgina Tech son, sin embargo importantes. Tienen por un lado que incrementar la vida media de estas baterías de azúcar, y por otro, disminuir la «sensibilidad» de las proteínas que intervienen en el proceso catalítico, ya que quedan inactivas si las temperaturas aumentan demasiado.

Aunque estos desafíos son difíciles de superar, lo cierto es que la investigación inspirada en la biomímesis está logrando resultados espectaculares. En un momento en que la tecnología está cada vez más presente en nuestro día a día, resulta curioso ver cómo seguimos buscando en la naturaleza motivos para seguir innovando.

Imágenes | Dept. of Energy Solar (Flickr), Virgina Tech

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