En 2016 no crecieron las emisiones contaminantes a la atmósfera sino que permanecieron estancadas, un comportamiento similar al que han tenido los dos años anteriores.
La reducción de la contaminación en la atmósfera va paso a paso. Al auge de las energías renovables se suman sistemas para extraer el dióxido de carbono del aire. Son factores que hay que trabajar. Sin dudala generación de energía limpia es clavey también se necesita reciclar el aire para alcanzar los objetivos marcados por la Cumbre del Clima de París. Pero a largo plazo la batalla está en contaminar men os.
Lanzar menos emisiones contaminantes se consigue principalmente de dos formas. Una de ellas consiste en sustituir los combustibles fósiles por fuentes alternativas limpias. La otra vía es disminuir la demanda energética , al menos impedir que crezca abultadamente.
A través de estos dos métodos el conjunto del planeta consiguió que en 2016 las emisiones contaminantes solo crecieran un 0,1%. Es prácticamente un crecimiento plano que refleja un estancamiento, especialmente porque en los dos años anteriores la situación ha sido la misma. La contaminación ha subido mínimamente o incluso ha disminuido en los últimos tres años.
La información proviene del BP Statistical Review of World Energy, que publica periódicamente la petrolera BP. Es un informe completo sobre el estado energético del planeta y tiene solera. Esta es la edición número 66 del documento, que cuenta con nutridas dosis de interpretación referida al sector energético.
En relación a los últimos tres años, el informe señala que son los tres años con menos emisiones desde el periodo del 1981 al 1983. Lo cierto es que desde el 2014 al 2016 la demanda energética ha acompañado. Y es que el pasado ejercicio solo creció un 1% , el anterior, un 0,9% y en 2014, otro 1%. En comparación, la media de la última década es de 1,8%.
Sin embargo, hay otros factores por los que la contaminación se ha estancado en estos últimos tres años. Uno de ellos es el cierre o la disminución de actividad de las plantas de carbón. China es un ejemplo de esta tendencia. En 2016 el país asiático redujo su producción de carbón en un 7,9% , mientras que su consumo energético se redujo en un 1,3%, el más bajo desde 1997.98. Otros países, como Estados Unidos y Reino Unido, también han aflojado con el carbón. El resultado: el uso de este combustible no era tan bajo desde 2004.
El informe de BP no señala que no hay datos suficientes para concluir que se trate de un estancamiento estructural de las emisiones. Podría ser un crecimiento plano coyuntural, que después repunte. De momento es pronto para decir lo que ocurrirá en 2017. Eso sí, lo que suceda en los próximos años marcará el devenir de contaminación atmosférica en el futuro.
Imágenes: WildEarthGuardians, II
