Carga rápida

Las mejoras en la carga rápida de los coches eléctricos

La carga rápida de los coches eléctricos es una de las necesidades para que este tipo de vehículos tengan una acogida masiva en el mercado.

Los coches eléctricos aún tienen que salvar algunos escollos para que su adopción sea masiva. Entre ellos está el de la carga rápida. Acostumbrados a repostar nuestros vehículos de gasolina o diésel en tres minutos se nos antoja una tarea ingrata esperar varias horas hasta que la batería de un coche eléctrico se cargue. Por eso es tan importante que haya estaciones capaces de proporcionar en poco tiempo la energía necesaria al automóvil como para que realice varios trayectos en la ciudad antes de volver a repostar.

Tesla tiene su propia red de estaciones de carga rápida, que en estos momentos ronda las 600 en todo el mundo, con alrededor de 3.500 ‘supercargadores’ en total. Ha sido pionero en este aspecto, como en otros de la movilidad eléctrica, y su tecnología permite cargar hasta la mitad la batería de 90 kWh en unos 20 minutos o media hora, lo que daría al vehículo una autonomía de 215 km.

El pasado año el fabricante lanzó una actualización del sistema operativo de sus coches para que estos avisaran a los conductores cuando había peligro de que quedaran fuera de rango para alcanzar sus estaciones de carga rápida. Una medida que refleja la importancia que Tesla da a sus ‘supercargadores’, cada uno de los cuales trabaja en paralelo para proporcionar 120 kW de corriente directa.

No es el único fabricante que está trabajando en esta dirección y próximamente habrá cada vez más. Uno de los motivos para que esto sea así es que Tesla abrió su tecnología el pasado año a otros actores de la industria de automoción, con lo que sus patentes relativas a los ‘supercargadores’ se pueden usar libremente.

Este esfuerzo por que crezca el mercado de los vehículos eléctricos no es en solitario. Aparte del resto de fabricantes que están dedicados a la cuestión laboratorios de todo el mundo investigan cómo mejorar la carga rápida. Uno de ellos está en el École polytechnique fédérale de Lausanne, en Suiza.

Un equipo de científicos ha ideado un método de concepción sencilla, pero no por ello menos admirable para contribuir a la carga rápida. Para que la batería de un vehículo eléctrico se cargue a gran velocidad se necesita una potencia tal que haría caer la red eléctrica. Para que esto no ocurra los investigadores pensaron que una batería enorme de ion-litio, del tamaño de un contendor de los que se utilizan en el transporte de mercancías, podría acumular la energía suficiente, que recibiría de la red a una potencia normal.

A partir de esta batería gigante se podría emplear una potencia mucho mayor, para cargar unos 30 kWh en 15 minutos, suficiente para cubrir distancias de 150 km. Con este elemento haciendo de intermediario la red no se satura, pero la velocidad de carga puede ser muy alta.

Carga rápida

Aún así no cabe duda de que la llegada del coche eléctrico hará que modifiquemos nuestros hábitos. Se acabó el repostar en un par de minutos. Al calcular cómo sería el equivalente en estación eléctrica a una gasolinera actual, los autores de la investigación estiman que tendría que tener cuatro contenedores de batería de ion-litio para abastecer a unos 200 coches al día.

Imágenes: mark-vauxhall y Håkan Dahlström

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