Las Smart Instalaciones Deportivas revolucionan el deporte

Mejorar tu rendimiento en una disciplina o disfrutar un acontecimiento deportivo con una nueva dimensión digital a tu alcance nunca fue tan fácil y entretenido

Las instalaciones deportivas entran dentro de esos servicios que deben ser previstos en las Smart Cities, y, por lo tanto, esas instalaciones deportivas deben compartir sus principios smart.

Una Smart City, y por lo tanto sus instalaciones deportivas, debiera desarrollarse en tres aspectos principales: sostenibilidad, desarrollo económico y prestación de servicios todo ello aprovechando las tecnologías (Big Data e Internet de las Cosas). En esta ciudad eficiente, el habitante de hoy es denominado como el ciudadano Millennial – digital, móvil, siempre conectado – quien diseña los productos que consume bajo los criterios de: “lo que quiero, cuando quiero, como quiero y donde quiero”, por lo que este ciudadano necesita productos y servicios “customizables”.

Lo primero que puede venirse a la cabeza cuando hablamos de instalaciones deportivas dentro de una Smart City, pueden ser los centros deportivos municipales, pero no sólo hay instalaciones de titularidad pública: también hay hipódromos, circuitos, aeródromos, gimnasios, estadios…

Así pues, no debe olvidarse la participación del sector privado en este ecosistema smart.

Las oportunidades de negocio en el mundo del deporte

El mundo del deporte está plenamente integrado en la sociedad y debe adaptarse a los paradigmas antes descritos de sostenibilidad, negocio y prestación de servicios a través de las tecnologías. Está tan integrado en la sociedad que las marcas, cadenas de televisión y redes sociales siempre han esponsorizado las grandes competiciones.

Incluso hoy, la industria del deporte está creciendo exponencialmente, generando grandes ingresos por derechos de transmisión televisiva, aumentando aún más la profesionalización del deporte para mejora de resultados competitivos, incorporando la revolución digital y Big Data tanto en la mejora de resultados como en el marketing…

De este modo, a través de la gestión smart del deporte es como se explica el último contrato televisivo de la “premier league” por 7.000 millones de euros frente a los 800 de “la liga”. Igual sucede con el contrato televisivo de la NBA que hizo que jugadores como Lebron James firmaran su último contrato sólo por dos años para esperar la llegada de ese contrato televisivo y renegociar sus salarios, u otros como Kobe Bryant dilaten al máximo su vida deportiva…

La “premier league” ha demostrado que la negociación colectiva trae más ingresos frente a los españoles que negocian individualmente sus derechos. La “premier league” tiene repartos más equitativos, provocando igualdad y equipos saneados.

Así pues, queda claro que hay dinero en el mundo del deporte, es decir: debe haber oportunidades de negocio. Y está claro que no se ciñe a las grandes ligas deportivas, sino al impacto en los usuarios de a pié que consumen deporte.

taquigrafía del deporte

Transformación Smart de las instalaciones deportivas

Esas oportunidades de negocio están basadas en aprovechar el Big Data generado en torno al deporte para llegar de modo más eficiente al consumidor final y vender así mejor las marcas, pero también están basadas en el Big Data para mejorar los rendimientos deportivos de los competidores, ya sean profesionales o aficionados.

Así pues, la transformación de las instalaciones deportivas hacia un modo de gestión smart, tiene dos aspectos a implementar en paralelo:

1.- La relación con el usuario: Por el big data y las tic, la explotación de los negocios cambian necesitando de una mayor personalización de la oferta al ciudadano millennial. Hay que ofrecer contenidos relevantes y dar máxima disponibilidad.

2.- La relación con el propio deporte: IoT, Wearables, balizas y Big Data originan nuevas iniciativas en gestión deportiva y en el aumento de rendimiento deportivo.

Es decir: se necesitan desarrollos tecnológicos a nivel de negocio plasmadas en aplicaciones, redes sociales, canales de TV, radios, videojuegos, compras… y también a nivel deportivo plasmadas en balizas, Wearables, sensores, centros de procesado de datos…

Y este es el primero de los modelos de negocio que surgen: los desarrolladores de aplicaciones y hardware que dan cobertura a aficionados y deporte.

Aplicaciones para enriquecer la experiencia del consumidor en los estadios, para monitorizar el rendimiento deportivo de un usuario aficionado y para aumentar rendimiento en un profesional.

Es necesario el análisis masivo de datos a tiempo real para tomar decisiones en eventos, marketing, predicción y mejora de tácticas y jugadas…

En resumen, hay dos trabajos simultáneos a realizar en una transformación smart de una instalación deportiva.

Incrementar rendimiento gracias al big data, wearables, iot.

Fan engagement y oportunidades comerciales a través de redes y apps.

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Antecedentes en transformaciones deportivas gracias a las tecnologías

Antes de estos momentos de transformación digital de todos los modelos de negocio que estamos viviendo en la actualidad ya se habían dado mejoras en el rendimiento y la experiencia cliente propiciadas por otras tecnologías anteriores, por ejemplo:

Marcadores electrónicos frente a los marcadores pantalla, ojo de halcón, foto finish, las mediciones de audiencias que implican precios en sponsorización.

Todo ello, antes igual que ahora, para ganar competiciones e incrementar la audiencia.

El cambio de aquellas tecnologías a las de ahora se ve en ejemplos como que hoy se puede seguir un coche de fórmula 1 con la tecnología de seguimiento de misiles que ya es accesible o por sensores bajo el asfalto. O que hoy la medición de audiencia se hace por redes sociales, viendo el número de seguidores de un deportista, aumentando así su caché (y no el del equipo completo, lo que supone una mayor eficiencia). Y esto es solo por poner ejemplos de implementación en experiencia cliente y en mejora de rendimiento deportivo.

Pero no debe olvidarse que hay aficionados que también quieren mejorar su rendimiento deportivo, es decir: no hace falta ser un profesional para querer mejorar. Estos usuarios están en el punto medio entre el consumidor de deporte como ocio y el deportista profesional.

Las tecnologías actuales permiten mejorar el rendimiento de un deportista aficionado, ya que muchas de esas tecnologías están al alcance a través de esos dispositivos que usan los millenialls.

Para desarrollar esta doble estrategia de comunicación con el usuario y mejora del rendimiento deportivo, es necesario tener los datos recabados convenientemente ordenados para tomar decisiones de gestión de la instalación o negociar contratos de sponsorización. En estos datos las marcas están interesadas, así como las desarrolladoras de TICs o los deportistas. Es decir, empresas de comunicación, de tecnología, de cronometraje…

Imaginemos que una marca de balones tiene acceso a conocer que es el cumpleaños de un niño que va al estadio el día del partido con su padre. Parece que podría acertar poniendo en el dispositivo del padre (y del niño también) una oferta personalizada.

Por lo tanto, en la actualidad estamos viviendo cambios basados en la tecnología, tal como había pasado siempre, pero en esta ocasión, según ya se escucha cada vez de modo más habitual, “ya no estamos en una época de cambios, sino en un cambio de época”, lo que nos lleva a pensar que estos cambios son más profundos y radicales.

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Implementación del modelo de gestión Smart

Las instalaciones deportivas son, además de donde se practica o disfruta del deporte y la competición, unos generadores de datos. El modo de realizar esa transformación smart de la gestión y negocio de la instalación es, en mi opinión, formalizar partenariados con un desarrollador tecnológico.

Así, la instalación puede disponer de los últimos desarrollos, incluso diferenciales con otras instalaciones, sin tener que invertir en esos desarrollos, sino compartiendo sus datos.

El partenariado inteligente a través de la tecnología genera oportunidades para entregar datos de calidad y mejorar la experiencia de un evento. El partenariado con el correcto socio implica no tener que invertir en sistemas ya que lo aporta el socio tecnológico, ahorrando tiempo y dinero.

Si el proveedor/socio de tecnología tiene experiencia en otros deportes o en el mismo deporte será beneficioso.

Pero no hay que olvidar la diferenciación: Se trata de que el partner tecnológico busque la innovación y no hacer servicios estándar. Eso da competitividad en lo que se refiere a experiencia de consumidor y en lo que se refiere a aumento de rendimiento a los deportistas.

Luego llegarán los esponsors quienes querrán esos datos para otras campañas de márketing. Si una instalación deportiva es puntera y fiable, aparecerán esos esponsors y nos comprarán datos.

En este proceso se necesita compromiso de transparencia entre los partners y los nuevos esponsors que vengan después.

Una vez comprendido que la instalación deportiva genera datos y que el partner tecnológico los recaba y ordena, hay que ponerlos en valor para que resulte interesante a los esponsors, deportistas (profesionales o aficionados) y usuarios.

Esto se conseguirá a través de un uso eficiente de los datos y consiste en alinear partners: tecnología, esponsorización, experiencia cliente y las posibilidades que ofrezca la instalación deportiva en cuanto a sus usos, entorno… Y nunca perder el foco de que se trata de incrementar rendimimiento e incrementar experiencias (no solo durante un evento deportivo, sino antes y después con las redes sociales).

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Primeras experiencias en España

En España ya se han hecho algunas tentativas parciales, es decir: o enfocadas a la experiencia del usuario o enfocadas al aumento del rendimiento, pero aún no estamos llegando a la gestión integral. Dos casos que han sido comentados en prensa son los siguientes:

A nivel de experiencia de usuario se ha hecho en Mestalla el año pasado, implementando TV para el móvil, al modo en que Verizon lo ha hecho en Estados Unidos.

La tecnología empleada ha sido LTE Broadcast y consiste en distribuir contenido exclusivo desde las redes de telefonía en un estadio sin colapsar la red 4G.

Se crearon 6 canales: retransmisión en circuito cerrado (cámaras en el estadio, traslado desde el hotel al estadio, banquillos, vestuarios, palcos …), red social, moviola en 3D, radio on-line, información complementaria (fichas jugadores, alineaciones, estadísticas).

Ver lo que ocurre en el estadio y complementarlo con imágenes, informaciones, comentarios en tiempo real en el móvil. Y hacer ofertas comerciales.

Este es un canal para ampliar experiencia cliente, enganchar al millennial, conseguir mejor sponsor porque ofreces datos personalizados…

A nivel de aumento de rendimiento también hay experiencias en España como ha sucedido en el Hipódromo de la Zarzuela con la implementación del sistema PEVIC que recoge distancia, tiempo, velocidad, pulsaciones…

Está claro que, en este apartado de aumento de rendimiento, las tecnologías en fórmula 1 y motociclismo son aún más importantes que en el futbol o baloncesto. El factor humano se mezcla con el tecnológico. Lo importante en estos deportes es la tecnología más que el piloto. Fichan a los mejores ingenieros para que estén por delante de la propia competición.

La profesionalización nos lleva a intentar superar los límites establecidos. Hoy la innovación está cambiando el deporte de forma cuantitativa, pero también cualitativa: no sólo mejora marcas, sino también cambian técnicas de entrenamiento y métodos de aumentar rendimientos.

Sólo unos pocos pueden acceder a los recursos tecnológicos. Pero las TICs pueden democratizar esto en un modelo de negocio “freemium”.

Las raquetas con sensores conectados por bluetooth, recogiendo datos de golpeo o efectos que hoy tienen los tenistas de élite, son distintas a las de madera de la primera época de McEnroe, una mínima mejora es importante para marcar la diferencia. Por ejemplo los efectos de la bola con cordajes de fibra de carbono vs los cordajes malos de antes.

En ciclismo una bici más ligera o un casco más aerodinámico. Froome ya no compite con sus rivales, sino que monitoriza sus pulsaciones, velocidad, altitud, energía invertida en cada pedalada… buscando la perfección.

Para entrenar, los túneles de viento, los aeródromos, las cámaras de hipoxia… Se entrena en condiciones extremas para tomar datos y planear más sesiones con objetivos concretos. Para monitorizar esto se usan entre otros wearables y balizas.

Cámaras para deportes y aventuras

A modo de conclusiones

La gestión smart de instalaciones deportivas tiene dos aspectos: mejorar el rendimiento de los deportistas y mejorar la experiencia de usuario, utilizando la tecnología actual para encontrar nuevos modelos de negocio.

Para ello, monitorizamos lo que sucede en la instalación mediante sensores y monitorizamos las redes sociales y apps de los usuarios, sabiendo a qué deportistas siguen o que contenido les interesa.

Se trata pues de:

1º.- Crear un sistema de adquisición de datos de lo que acontece en pista: se necesita un partner tecnológico. La instalación deportiva pone los datos y el partner la tecnología y los desarrollos.

Esos datos nos sirven para conseguir quien los compre, habiendo dos compradores potenciales:

  • Quienes quieren aumentar rendimiento: equipos, entrenamientos, ingenierías, diseño de coches/motos./patinetes/bicis/balones/camisetas transpirables…
  • Quienes quieren una experiencia de ocio deportivo o de practicantes aficionados.

2º.- Crear una infraestructura digital con webs, canal tv, apps, redes sociales segmentadas por distintos tipos de usuarios, etc… generando contenidos trascendentes para:

  • Generar más datos
  • Para vender los datos a esponsores
  • Para mejorar la experiencia cliente
  • Para que los usuarios sepan qué pasa, qué quieren…
  • Para que nos prescriban
  • Para añadir oferta complentaria
  • Para networking de usuarios
  • Para ticketing

Se necesitará, también en este caso, otro partner tecnológico. Pero esto es más sencillo de desarrollar tecnológicamente, por lo que podría implementarse desde dentro de la organización, desde una reformulación de los departamentos de marketing.

La gestión smart de la instalación consistirá en alinear todos estos partners con los espónsores, usuarios y con las posibildades que la propia instalación tiene.

Frente a los anteriores modelos de gestión que ofrecían sólo la instalación esperando a que esto fuera suficiente para tener público y usuarios, y que las competiciones vinieran a celebrarse, se trata de una transformación integral del modelo tradicional en la que la instalación es relevante para el público y usuarios, así como para la competición, pero desde el punto de la transformación a los nuevos paradigmas y tecnologías.

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