Level Playing Field: las reglas del ecosistema digital han cambiado

Internet ha permitido la aparición de nuevas tecnologías y de nuevos agentes que han desarrollado servicios capaces de aprovechar la conectividad que permite la red. Este y otros factores han propiciado un proceso de convergencia tecnológica y de mercados. Todo esto se traduce en la existencia de una regulación asimétrica que tiene una relación de consecuencias para usuarios y empresas.

Desde hace tiempo la sociedad ha vivido una transformación que va ligada a la revolución digital. De hecho, la tecnología forma parte de nuestras vidas y es un apéndice más en el que nos apoyamos para vivir, trabajar y socializar. En suma, las fronteras entre la vida digital y la vida real han desaparecido.

Este es el tema que se ha tratado recientemente en el Espacio Fundación Telefónica, y que ha contado con protagonistas de excepción dentro del marco del nuevo ecosistema digital, como Carlos López Blanco, Director General de Asuntos Públicos y Regulación de Telefónica, Miguel Pérez Subías, Presidente de la Asociación de Usuarios de Internet (AUI), Robert Frieden, Profesor de Telecomunicaciones y Derecho en la Universidad de Pennsylvania, Juan Jung, Director de Políticas Públicas en la Asociación Interamericana de Empresas de Telecomunicaciones (ASIET), y Jesús Toribio, socio de PWC Tax & Legal Services. Además, el evento contó con la presencia de Víctor Calvo Sotelo, Secretario de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información. Un plantel de voces autorizadas que representan a distintos ámbitos de la sociedad, moderadas por Christoph Steck, Director de Public Policy de Telefónica.

Level Playing Field

Un nuevo ecosistema digital

En el año 2002, la Unión Europea tenía como objetivo captar todo el ámbito de la evolución tecnológica y de mercados  que estaba proyectándose. Con el paso del tiempo se han desarrollado dos conjuntos de servicios:

  • Servicios de comunicaciones electrónicas. Telefonía fija y móvil, banda ancha y televisión
  • Servicios de la sociedad de la información. Servicios Over The Top (OTT)

Cuando se bautizaron de esta manera, ambos servicios estaban completamente diferenciados en función de sus características y funcionalidad. Pero, en la actualidad, y dada la transformación tecnológica, centrada en revolución digital, han aparecido un gran número de servicios de comunicaciones prestados a través de la red, que son sustitutivos de los tradicionales. Todo esto ha llevado a que las nuevas actividades en el ecosistema de Internet se hayan desarrollado ajenas a una normativa orientada al desarrollo de la competencia.

En este escenario, Internet se ha convertido en una red global, y gracias a la liberalización del sector de las telecomunicaciones y la digitalización de los contenidos, han aparecido nuevos jugadores en el tablero que trabajan al margen del control y la gestión de los operadores gracias a la conectividad global, los conocidos como agentes Over The Top (OTT).

Así es como aparece la asimetría regulatoria. Un problema de competencias y reglas de juego entre las operadoras de telecomunicaciones y los nuevos agentes OTT.

De esta circunstancia surge el concepto que pretende buscar soluciones en la problemática sobre la regulación asimétrica, la búsqueda del “Level Playing Field”. Este concepto hace referencia a la necesidad de crear unas reglas equilibradas de forma que la victoria de un equipo no esté condicionada por el terreno de juego. Aunque es un concepto con inspiración deportiva, se ha generalizado para cualquier situación competitiva, y es una manera de poner de manifiesto una desigualdad o ventajas de alguno de los agentes del juego.

Carlos López Blanco, Director General de Asuntos Públicos y Regulación de Telefónica, profundiza en torno a la asimetría y las reglas del juego existentes. “El problema de la asimetría es normativo y político, pero a la vez es estratégico para muchos países de Latinoamérica. En este contexto, los mismos servicios tienen que estar regidos por las mismas reglas, a la vez que los ciudadanos tienen que estar protegidos a la hora de utilizar estos servicios”. Ahora, el reto es saber qué normas deben aplicarse siempre para el uso correcto de ambos entornos en el ecosistema digital planteado, y qué soluciones existen para lograrlo: “La solución es compleja, pero a nuestro parecer tiene que venir de la protección de usuarios y de la reducción de cargas regulatorias sobre el mundo digital. En este sentido, todos tienen que estar sometidos a las mismas reglas del juego”. En este aspecto cabe reseñar que la propuesta de Telefónica no busca la regularización de las OTT, sino la des-regularización del sector para que el campo de juego quede en las mejores condiciones para todos.

Cambios en el ecosistema digital

La evolución que vive la sociedad viene de la mano de Internet. El auge del marco comercial de Internet ha propiciado la aparición de un nuevo ecosistema digital que ha conseguido transformar la situación competitiva de los sectores económicos y comunicativos. De hecho, este cambio ha permitido la aparición de nuevos servicios de comunicaciones prestados a través de la red y que compiten, directamente, con los operadores tradicionales.

Estos cambios en el ecosistema digital pueden ejemplificarse con el usuario que envía un SMS o un Whatsapp. Por un lado, son el mismo usuario, pero por otro, los derechos y obligaciones para con él solo son aplicados a los operadores de telecomunicaciones y no a los servidores de mensajería. Como explica Juan Jung, Director de Políticas Públicas en la Asociación Interamericana de Empresas de Telecomunicaciones (ASIET): “La carga regulatoria es distinta para el SMS y para el Whatsapp. En el primer caso, la empresa que lo provee está sujeta a la regulación de país donde el usuario está consumiendo el servicio. En el caso del segundo, no ocurre a no ser que te encuentres en Estados Unidos”.

En este contexto, los servicios de comunicaciones electrónicos y de la sociedad de la información han sido superados por la evolución tecnológica y la revolución de Internet.

Problemas y soluciones en el nuevo ecosistema digital

Dentro del panorama del ecosistema digital actual existen diversos factores que afectan a la problemática sobre la regulación:

  • Derechos de usuarios. El gran problema reside en que servicios semejantes, como puede ser el ejemplo de SMS y Whatsapp, están sometidos a una regulación diferente que determinan marcos de obligación contradictorios. La asimetría en la normativa permite a los nuevos agentes explorar modelos de negocio y rentabilizar comportamientos que están vedados a los prestadores tradicionales de comunicaciones. En ese sentido, es muy difícil justificar que el marco regulador actual brinde diferente nivel de protección a los consumidores en servicios que cumplen la misma misión.
  • La globalidad de Internet y la revolución tecnológica ha propiciado un nuevo planteamiento en el mundo digital. Todo esto ha contribuido a la extraterritorialidad. El nuevo ecosistema ha desbordado el marco jurídico existente, debido a la problemática de la privacidad, o a la inadecuación de sus mecanismos por la naturaliza de sus actividades, como es el caso de los impuestos y las tasas.

En opinión de Miguel Pérez Subías, Presidente de la Asociación de Usuarios de Internet (AUI), la solución es complicada. “Lo que hay que hacer es desregular y, si en todo caso incorporamos alguna normativa tiene que ser supranacional. Todo esto es muy complicado porque solo aceptamos las leyes de nuestro país y ninguna más”. Una solución que comparte Juan Jung de ASIET, debido a la naturaleza global de Internet y su contraste con los diversos ordenamientos jurídicos de cada nación: “Es muy importante la posibilidad de llegar a acuerdos supranacionales, o en cualquier caso, de acuerdos regionales dentro del entorno de la privacidad y protección de datos para llegar al mercado digital único”.

 Según la Asociación de Usuarios de Internet (AUI), encabezada por Miguel Pérez Subías, para llegar a unas reglas de juego justas, “habría que poner al usuario en el tablero de juego, y que sea parte activa del nuevo ecosistema digital”. Otro de los puntos remarcados desde la AUI es la realidad que hay sobre la mesa en cuanto a la economía digital. Respecto a esto, no existe ningún tipo de competencia, debido a la generación de monopolio global.  Como indica Miguel Pérez Subias: “Si existe competencia, el usuario tiene la posibilidad de cambiarse de buscador o red social. Sin competencia la opción de cambio se va ajustando y no hay otra alternativa. Ese es otro de los grandes problemas más que el de la regulación”. Para poder lograr una solución a este caso, existe la posibilidad de la “interoperabilidad”. Desde el punto de vista del consumidor, la interoperabilidad es un elemento clave para maximizar el valor que percibe, terminando con las externalidades de red típicas de los servicios de comunicaciones. El desarrollo de la telefonía tradicional que se basa en estándares y la imposición de obligaciones de interconexión han permitido que los servicios sean interoperables, independientemente del país o lugar donde se encuentre el usuario. Sin embargo, a día de hoy, muchos de los proveedores de servicios de comunicaciones OTT no se interconectan entre sí, y otros muchos tampoco se basan en estándares abiertos. Esto ha provocado situaciones asimétricas entre servicios sustitutivos y, uno de los ejemplos ocurre con los servicios de voz, ya que los servicios OTT pueden realizar llamadas a números de la Red Telefónica Conmutada, pero no es posible en sentido contrario, con los ejemplos de Whatsapp, Viber o Line.

El camino hacia un campo de juego con las mismas reglas

Los cambios llevados a cabo en la tecnología y en el mercado durante los últimos años han definido un ecosistema que exige un enfoque mucho más amplio. Factores como los derechos de los usuarios, las competencias, la privacidad y la seguridad son básicos para garantizar la igualdad de oportunidades para todos los jugadores que están presentes en el tablero de juego. Por otro lado, la utilización de los instrumentos existentes para abordar un cambio de panorama en el ecosistema puede mitigar las asimetrías actuales, pero no parece probable que puedan proteger los derechos de los usuarios ni crear competencia entre los agentes participantes.

En suma, para conseguir un “level playing field” que cumpla con los objetivos hay que lograr una regulación “ex ante”, diseñada con los procesos de liberación de los mercados hacia un mayor control “ex post” y, por otro lado, reducir la regulación sectorial a favor de disposiciones transversales en un ecosistema digital en el que resulta innegable que han convergido muy diferentes mercados, servicios y tecnologías.

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