Alemania invertirá 40.000 millones de euros en compensaciones para librarse de la dependencia del carbón en un plazo de 18 años.
El gobierno alemán ha aprobado un plan para reducir a la mínima expresión el uso de la energía que genera más emisiones. Para el año 2038 espera librarse de la dependencia del carbón como recurso energético. No será fácil ni barato. Invertirá 40.000 millones de euros en propiciar el cierre de la mayoría de las centrales térmicas del país en los próximos 18 años.
La decisión no es baladí. Tampoco lo es el proceso. Y es que Alemania no es un país cualquiera en cuanto a la industria del carbón se refiere. Otros ya han anunciado planes para cerrar sus centrales térmicas en una fecha relativamente cercana. Es el caso de Francia, que adelantó el cierre de estas plantas, ahora previsto para el año 2021. Pero el mix energético entre ambos estados no tiene nada que ver.
Mientras que Francia obtiene una buena parte de su energía de centrales nucleares, Alemania decidió reducir este tipo de energía después del desastre de Fukushima. En cambio, al ser un gran productor de carbón , el país bávaro siempre ha tenido un nutrido surtido de centrales térmicas.
Ahora Alemania se ha centrado en las renovables como una opción de futuro. Pero lo tendrá que hacer más aún si quiere librarse de la dependencia del carbón. Aunque es cierto que el país ya tiene 250.000 trabajadores en el sector de las renovables. Son más de los que actualmente trabajan en la industria del carbón.
Serán cuatro estados de Alemania los que reciban la financiación del gobierno central para cerrar las centrales térmicas. En estas regiones está concentrada la mayor parte de la producción del país.
El largo camino hacia el fin de la dependencia del carbón
Una gran parte del dinero se dedicará a la creación de proyectos de infraestructura en estas regiones. Además, toda esta obra tratará de ofrecer nuevos puestos de trabajo. Se trata de dar una nueva oportunidad a los empleados de las centrales térmicas y de las minas.
Las minas y las centrales recibirán compensaciones por la pérdida de producción. Por cada planta térmica cerrada en la parte oeste del país se ofrecerán 2.600 millones. En la parte este, cada cierre se cotizará a 1.750 millones de euros.
Alemania es un gran consumidor de lignito. Este es un tipo de carbón más ligero, no tan contaminante. El material, carbón mineral formado por compresión de la turba, supone el 22,5% de la energía que consume el país. En cambio, las renovables suponen el 34,9% del mix energético.
