Microsoft presenta una nueva Surface Pro sin abrazar el futuro

La nueva Surface Pro mejora en casi todos los aspectos a sus predecesoras, pero se deja por el camino la posibilidad de traer puertos adecuados para el futuro.

Tras el éxito del iPad, Villa Windows necesitaba una respuesta clara y alternativa a la tiranía cerrada y opuesta al modelo tradicional que la tablet de Apple proponía. No fue rápida, tardó más de dos años, pero sí relativamente sólido: aplicar el modelo del iPad a Windows, haciendo un híbrido convertible con el que tener portabilidad pero no perder potencia. Con ciertos altibajos, la familia Surface ha marcado el camino a los convertibles de la industria y creado un lugar de prestigio a Microsoft.

Dos años después de la Surface Pro 4 llega una Surface Pro sin apellido numérico que, si bien mejora a los anteriores modelos en casi todos los aspectos, como ahora veremos, se mantiene igual en conexiones. Unas conexiones que no es que fueran malas, pero que incluso para 2016 serían anticuadas, y es que no incluye ningún puerto USB-C ni Thunderbolt que permitan la carga universal o transferencias de archivo a gran velocidad, así como soporte a varios monitores sin depender de un dock externo.

https://www.youtube.com/watch?v=TwWs2jIy4js

El puerto USB-C es un estándar de facto para los próximos años, y Microsoft sólo lo está soportando con un adaptador externo, algo que para muchos de momento no será un problema, pero que a muchos otros les hará decantarse por otras opciones de fuera de las Surface, pues el Laptop recientemente presentado tampoco cuenta con dicho puerto. Esta Surface Pro se queda, pues, con un puerto USB 3.0, minijack de 3.5 milímetros, Mini DisPlayPort, lector de tarjeta microSD y el puerto Surface Connect, junto al de teclado.

Saliendo de este hecho, estamos, como se ha dicho antes, ante una iteración del producto que mejora en (casi) todos los sentidos, con un diseño más refinado en bordes y bisagras. Llega con un modelo con procesador de ultrabajo consumo (Core M) que funciona sin ventilador y con dos con Core i5 y Core i7 de dos núcleos brindando algo más de potencia, sin ventilador en el primero y con ventilador en el segundo. No hay mucha capacidad de personalización: el modelo con Core M no puede subir del almacenamiento SSD de 128 GB y 4GB y el modelo con Core i5 no se puede obtener con 512 GB y 16 GB de RAM.

https://www.youtube.com/watch?v=TCTExFYvL1g

Por lo demás, todos comparten pantalla PixelSense de 12.3″ con una resolución de 2735 x 1824 píxeles que le ofrecen una densidad de 267 píxeles por pulgada. Una gran novedad de este panel es que, además de los clásicos 10 puntos multitáctiles, ofrece 4.096 niveles de presión al usarse con el Surface Pen (cuatro veces la cifra de la anterior versión), el stylus propio de Microsoft que se vende por separado. Según Microsoft su latencia es de tan sólo 21 segundos, la mitad del tiempo del iPad Pro de Apple. Como en dicho modelo, inclinando el pen se puede lograr imitar el sombreado clásico.

Son novedades que se agradecen en el contexto de la llegada de Windows 10 Creators Update, que precisamente potencia con Windows Ink el uso del stylus más allá de aplicaciones creativas dedicadas, haciendo que la experiencia táctil tenga sentido fuera del control con el dedo en la pantalla o en el trackpad integrado en la parte inferior del teclado de tela Alcantara, que sí viene de fábrica. Ahora, además, soporta Surface Dial, el marcador de forma redondeada que aporta control extra en interfaces que, sobre todo, están pensadas para el diseño.

El aspecto más destacado de la renovación es que con un peso que baja sobradamente del kilogramo (768 gramos), integra una batería suficiente para llegar a las 13.5 horas en reproducción de vídeo, igualando al Surface Laptop.

La nueva Surface Pro llega al mercado el próximo 15 de junio, con un precio que parte de 949€. Para pasar a una versión más equilibrada, con 256 GB y 8 GB de RAM, el desembolso asciende a 1449€.

Sobre el autor

RELACIONADOS