El negocio de la tecnología antidrones

A la flamante industria de las aeronaves no tripuladas le ha salido un enemigo: cada vez más empresas ofrecen servicios para detectar el incómodo (y peligroso) vuelo de los drones.

Los drones están protagonizando una verdadera revolución tecnológica. Estas aeronaves no tripuladas parecen tener usos infinitos. Más allá de su polémica faceta militar, ya son utilizados para tareas tan dispares como coordinar las tareas de salvamento tras una catástrofe, grabar escenas espectaculares para el cine y la televisión o repartir paquetes. Para lo que sea, pero muchos quieren poner un dron en sus vidas.

Mientras las ventajas de estos robots voladores hacen que su presencia en cualquier ámbito esté subiendo como la espuma, su cara oscura hace que algunos se hayan empezado a plantear cómo combatir su incómoda presencia.

Con una regulación aún en pañales y, a pesar de ello, al alcance de cualquiera, los drones están empezando a mostrar su particular Mister Hyde. En los últimos meses, estas naves no tripuladas han hecho saltar más de una alarma. Sucedió en la Casa Blanca al aterrizar en el jardín presidencial uno de estos aparatos y también en Japón, donde un dron se posó sobre el tejado de la residencia del primer ministro con material radioactivo.

drones

Aparte de estos incidentes a medio camino entre lo accidental y lo vandálico, lo cierto es que hay peligros más allá de los poco probables daños físicos: los drones pueden ser utilizados como instrumentos de vigilancia que pondrán en riesgo nuestra ya maltrecha privacidad.

Así, mientras los drones viven una época de esplendor, la tecnología antidrones está comenzando a experimentar su particular auge.

Escuchando drones

“El primer paso es simplemente ser conscientes y estar alerta”. Lo afirma Brian Hearing, el cofundador de una de esas empresas que han descubierto en los drones al enemigo perfecto para hacer negocio.

Su compañía, DroneShield, ha desarrollado un servicio de detección que ya utilizan algunos aeropuertos, estadios e incluso prisiones de Estados Unidos. Los dispositivos creados por DroneShield forman una red de sensores acústicos capaces de detectar el sonido producido por un dron situado a un kilómetro.

tecnologia antidrones

Una vez identificado el característico zumbido del robot (llegando a reconocer el modelo concreto gracias a una completa biblioteca de zumbidos), el sistema de DroneShield alerta a su cliente a través de un mensaje de texto o un correo electrónico.

DroneShield no es la única empresa que ha hecho ya de la tecnología antidrones un negocio. Mientras la industria de las aeronaves no tripuladas despega a toda velocidad, un nutrido grupo de compañías siguen de cerca, nunca mejor dicho, el vuelo de estos aparatos.

tecnologia antidrones I

Así, la también estadounidense Domestic Drone Countermeasures es capaz de detectar la presencia de drones a través del despliegue de una red que identifica las señales de radio emitidas al controlar la aeronave.

Sin embargo, quien tiene las de ganar en esta peculiar batalla son las grandes compañías armamentísticas, que ya han comenzado a ofrecer versiones reducidas de sus productos militares antiaéreos. Aliñada con mucha experiencia y unos presupuestos millonarios, la tecnología antidrones utilizada en las guerras del siglo XXI se ha convertido ya en la semilla de los sistemas de detección de drones utilizados por empresas y particulares lejos del frente de combate.

Algunas compañías están desarrollando sistemas que permiten interceptar los drones incómodos. El producto que comercializa DroneShield para echarles el guante es una suerte de pistola capaz de disparar una red que captura literalmente al robot.

Imágenes vía | DroneShield, Richard Unten

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