Blue Monday

No, hoy no es el día más deprimente del año

El tercer lunes de enero, conocido como Blue Monday, es famoso por ser el "día más deprimente del año". ¿Es cierta esta afirmación? Te explicamos su origen.

Es lunes y con el comienzo de la semana, llega la vuelta a la rutina diaria tras el breve parón del fin de semana. Pero hoy no es un lunes cualquiera: es el tercero del mes de enero. Por ello probablemente hayas oído que se celebra el Blue Monday, el «día más deprimente del año». ¿Es esta afirmación cierta? No, se trata de un mito. El Blue Monday no existe, según la evidencia científica actual. Ben Goldacre, el autor del famoso libro Bad Science, revisó treinta estudios realizados durante los últimos 130 años. ¿Su conclusión? No existe una época específica del año más deprimente, a pesar de lo que escuches durante el día de hoy.

¿Entonces de dónde procede el Blue Monday? En 2005, la agencia de viajes Sky Travel publicó una campaña en la que afirmaba haber dado con la ecuación definitiva, capaz de calcular la fecha más triste del año. La nota de prensa iba acompañada de la firma de Cliff Arnall, un «supuesto» profesor asociado a la Universidad de Cardiff. La presencia de un «académico» en aquel artículo provocó la confusión que continúa vigente hoy en día.

Blue Monday

El supuesto hallazgo del Blue Monday, sin embargo, no era el resultado de una investigación científica. Todo era resultado de una calculada campaña publicitaria, difundida por Port Novelli, una agencia de relaciones públicas. Su fórmula no era más que pseudociencia empleada para llamar la atención del público. Objetivo conseguido, dado que once años después, todavía muchos piensan que el Blue Monday existe.

Pero nada más lejos de la realidad. Un año después del inicio de la campaña de marketing, la propia Universidad de Cardiff se vio obligada a emitir un comunicado desmarcándose de la idea del Blue Monday. Incluso Dean Burnett, antiguo investigador del departamento de psicología de la entidad, explicó en The Guardian que nadie conocía a Arnall. Todo había sido una calculada estrategia de marketing que, a tenor de los resultados, sigue funcionando muy bien.

La fórmula matemática que plantearon era la siguiente: 1/8C+(D-d) 3/8xTI MxNA. Si la analizamos detenidamente es fácil desmontar el mito del Blue Monday. Las incógnitas a las que hace referencia son variopintas: clima (C), deudas (D), ingresos en enero (d), tiempo pasado desde Navidad (T), tiempo desde que abandonamos un mal hábito (I), motivaciones (M) o deseo de cambio de vida (NA). En otras palabras, la campaña pretendía mezclar el frío y la cuesta de enero, nuestra añoranza de las vacaciones o las ganas que tengamos de afrontar nuevos retos para engañar a los usuarios sobre la existencia de un supuesto día «deprimente» como este.

El resultado de la ecuación era sencillo: como Sky Travel pretendía disfrazar el tercer lunes de enero como Blue Monday, su objetivo no era otro que aumentar sus ventas. Es decir, que el día más triste del año tenía una finalidad clara: lograr que los consumidores compraran más paquetes de viajes de la agencia. No sabemos hasta qué punto consiguieron este objetivo, pero lo que es cierto es que su campaña publicitaria funcionó a las mil maravillas. Aunque fuera disfrazada de mera pseudociencia.

Imágenes | DodosD (Wikimedia), Hannah K. (Flickr)

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