La startup española Racormance nos cuenta la historia que les ha llevado a crear un novedoso material aplicado a las bicicletas de más alta tecnología
Racormance – Composites Bikes puede definirse como un “sastre de la ingeniería” que hace trajes de competición a medida en forma de bicicleta. Un producto concebido desde el principio hasta el final “Made in Andalucía, Made in Spain, Made in Europe”.
Dos ingenieros industriales, un ingeniero aeronáutico y un licenciado en administración y dirección de empresas son los encargados de transformar ingeniería, innovación y pasión por el ciclismo en el primer cuadro de bicicleta del mundo compuesto por fibra de basalto y fibra de carbono.
Toda historia tiene un principio, Racormance – Composites Bikes nace gracias a la participación de tres de los cuatro socios fundadores en la competición a nivel universitario más importante del mundo, la Formula Student, con el equipo ARUS Andalucía Racing Team de la Escuela Superior de Ingenieros de la Universidad de Sevilla.
El haber tenido la oportunidad de diseñar y fabricar un monoplaza de carreras ha llevado a Racormance a conocer en profundidad nuevos materiales como la fibra de basalto y sus posibles aplicaciones. Precisamente, aquí es donde reside nuestra principal innovación.
Ensayos y análisis avalados por expertos en materiales compuestos, como el Grupo de Elasticidad y Resistencia de Materiales de la Escuela Superior de Ingenieros de la Universidad de Sevilla, nos han hecho romper con el establisment de trabajar en una gran empresa y apostar por nuestra pasión: la ingeniería y la bicicleta, llevando el potencial de una tecnología nueva, como es la fibra de basalto, al desarrollo de bicicletas de competición.
Racormance se ha convertido en la punta de lanza de un material nunca usado hasta la fecha, la fibra de basalto; una fibra que además de unas excelentes propiedades mecánicas, presenta dos grandes ventajas: flexibilidad y amortiguación. Dicho de otra forma, la fibra de basalto presenta al ciclista una disminución de la fatiga muscular durante las largas jornadas encima de la bicicleta.
Por tanto el disponer en nuestra receta de dos materiales, fibra de basalto y de carbono, tan diferentes, pero a la vez tan parecidos, nos lleva a generar un nuevo concepto de bicicleta.
Un cuadro que compite a nivel de rigidez con las mejores bicicletas que compiten en las tres grandes (Tour de Francia, Giro de Italia y Vuelta a España) pero que, a su vez, presenta un nivel de confort inimaginable en este tipo de bicicletas.
El nombre de Racormance está vinculado al de la fibra de basalto; sin embargo, Racormance no podría existir sin el impulso que nos ha dado haber resultado ganadores de dos concursos de iniciativas empresariales, uno de la Universidad de Sevilla (IX Concurso de Ideas de Negocios) y otro más importante a nivel económico de la Fundación Cobre las Cruces (IV Premio “Cinco Nueves”).
Un nacimiento, que nunca mejor dicho, está siendo incubado dentro del programa Andalucía Open Future, puesto en marcha por Telefónica y la Junta de Andalucía. El tener el privilegio de estar dentro de ésta gran familia ha dado a Racormance un nuevo salto de calidad basado en la mentorización y la visibilidad que supone el estar en un espacio de trabajo como El Cubo.
En Racormance no sólo nos basamos en la ingeniería y los números, también queremos dar un toque distintivo al producto a nivel de diseño y personalidad. Apostamos por un diseño clásico y sencillo, pero con la ingeniería más vanguardista. El ciclista podrá personalizar la bicicleta de sus sueños, desde colores a componentes, a través de nuestro configurador web, por eso que nos denominamos “sastres de la ingeniería”.
Será la calidad en el trabajo a nivel de ingeniería, fabricación y estrategia de marketing lo que dicte sentencia en el futuro de Racormance.
Sin duda la apuesta es arriesgada, entrar en un sector muy competitivo y copado por grandes multinacionales, pero somos jóvenes e inconscientes y además poseemos dos nuevas armas: capacidad de personalización y fibra de basalto.
