Cien todoterrenos Volvo XC90 circularán solos, pero contarán con un empleado de Uber sentado en el lugar del copiloto.
Hace solo unas semanas que Ford apostaba por los coches autónomos. Uber no ha querido quedarse atrás, y hace unos días anunció la firma de un acuerdo con Volvo (para invertir 264 millones de euros, a partes iguales, en desarrollar esa flota que le va a lanzar al futuro de los coches autónomos. Pero Uber lleva detrás de esta tecnología desde hace tres años, cuando firmó un acuerdo con la Universidad Carnegie Mellon para potenciarla. Tras estos dos acuerdos, a partir de este mes de septiembre, las calles de Pittsburgh (Pensilvania) serán las primeras en acoger pruebas con estos esperados coches autónomos.
La flota constará a priori de cien todoterrenos Volvo XC90 que circularán sin chofer, aunque contarán con un empleado de Uber sentado en el lugar del copiloto por si surgiera algún problema o contratiempo. De este modo, Uber estará probando esta nueva tecnología y al mismo tiempo irá acostumbrando al consumidor a este tipo de vehículos. Sus reacciones, opiniones y sensaciones serán determinantes para el desarrollo de esta nueva y puntera tecnología.
Esta gran alianza constituye un paso de gigante dentro del sector de la automoción, ya que supone la integración de un fabricante tradicional de automóviles con la compañía más puntera del sector. Y es precisamente este tipo de acuerdos lo que está marcando la revolución de los coches. Lo más importante es que esta alianza ha marcado ya el inicio de una larga y fructífera colaboración entre ambas empresas.
El vehículo para este nuevo proyecto se desarrollará con la arquitectura escalable de productos (SPA) de Volvo Cars, un bastidor totalmente modular que ya emplean con sus vehículos el XC90, el S90n y el V90. Esta plataforma SPA forma parte del programa de trasformación industrial global de Volvo Cars, que se inició desde el año 2010. Este programa va a estar orientado hacia las más avanzadas tecnologías de conducción autónoma, de electrificación y de conectividad, que es lo que le ha llamado la atención a Uber para firmar este acuerdo.
El desarrollo se hará de forma conjunta con los ingenieros de Volvo Cars y de Uber para que se pueda integrar en la plataforma SPA toda la seguridad así como las nuevas características necesarias para poner en la carretera los vehículos autónomos.
Por parte de Uber son conscientes de la cantidad de accidentes de tráfico que existen en la actualidad, que, por otra parte, con estas nuevas tecnologías podrán evitarse.
Además de este anuncio, la empresa de transportes ha dado a conocer la compra de Otto, una compañía que desarrolla tecnología para camiones autónomos. A priori, se cree que llegarán a pagarse hasta 680 millones de dólares por esta empresa, y que ya ha probado sus camiones autónomos en las autovías.
