Un grupo de investigadores en Suiza ha desarrollado un método que permite diseñar robots voladores capaces de levantarse y ponerse en marcha de nuevo tras caer al suelo o tener un accidente. El modelo que han construido se llama Airburr y se trata de un modelo monocóptero, con una sola hélice, dentro de una ligera jaula que impide que un posible impacto fortuito dañe el motor. Cuando los golpes son leves, Airburr los absorbe con facilidad. ¿Qué sucede cuando el choque es especialmente fuerte? Un sistema articulado, similar a unas piernas, permite que el artilugio sea capaz de levantarse hasta colocarse en posición de despegue otra vez. En el siguiente vídeo se aprecia perfectamente su funcionamiento:
El proyecto utiliza algoritmos para imitar el movimiento de un insecto, lo que repercute en el control de, por ejemplo, la velocidad o la posición para poder reanudar el vuelo. Esta capacidad se está perfeccionando hasta el punto de que el robot será capaz de esquivar obstáculos o volar a lo largo de una pared hasta encontrar una vía de paso.
Los robots voladores tienen ventajas únicas a la hora de explorar lugares de difícil acceso, como cuevas o edificios derruidos. Muchos de los sistemas actuales para llevar a cabo estas tareas tienen dificultades al enfrentarse con los obstáculos que se presentan ese tipo de ambientes. Las colisiones suelen ser el fin de la exploración: un choque o un encontronazo significa el fin al no tener la capacidad de recuperarse y estar absolutamente aislados. Ahí es donde Airburr juega su mejor baza.
También a cuatro patas
En la misma línea, pero por tierra, se mueve BigDog. Este modelo cuadrúpedo de robot, financiado para apoyar al ejército estadounidense, sirve para llevar cargas pesadas, pero su característica principal es que tiene una estabilidad sobrehumana. Es capaz de caminar sobre las más distintas superficies sin caerse, incluyendo el hielo, sobre el cual se escurre, pero siempre consigue retomar la verticalidad y seguir andando, atraviesa zonas de escombros o terrenos irregulares sin ningún problema.
La evolución de ambos robots y las investigaciones que se realizan sobre ellos abren las puertas a futuros modelos, mejorados y evolucionados, capaces de realizar tareas complejas, haciendo realidad los sueños de la literatura de ciencia ficción.
Imágenes | Laboratory of Intelligent Systems
