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Una segunda vida para las baterías de coches eléctricos en centros de datos

Las baterías de coches eléctricos pierden capacidad de almacenamiento a lo largo del tiempo, pero esto no quiere decir que no puedan tener una segunda vida.

Las baterías de coches eléctricos, como ocurre con la tecnología de ion litio en general, pierden capacidad de almacenamiento con el paso del tiempo. A medida que los ciclos de carga pasan de un cierto número la batería comienza a desgastarse y cuando esto se agudiza normalmente deja de ser útil para la función para la que se ha creado. Esto se puede observar en los smartphones, cuando el usuario tiene que estar cargando el teléfono cada varias horas para que aguante encendido el día entero, pero una de las aplicaciones que más se ven perjudicadas es la de los coches eléctricos.

En estos vehículos la batería es sinónimo de los kilómetros que se pueden recorrer. Y un coche no puede recargar la batería mientras se usa, como ocurre con un móvil. De ahí que este componente tenga que ser sustituido cuando su rendimiento se degrade.

Pero también los coches eléctricos representan una oportunidad, puesto que sus baterías son grandes y su tamaño está en consonancia con su capacidad de almacenamiento. Aunque se haya visto mermada, su capacidad sigue siendo útil para otras aplicaciones. Un acuerdo entre Nissan –fabricante del Nissan Leaf, el eléctrico más vendido a nivel global– y la compañía de gestión eléctrica Eaton ha resultado en una segunda vida útil para este componente.

Baterías de coches eléctricos

Ambas compañías han colaborado con el proveedor de alojamiento en la nube Webaxys para instalar baterías usadas de coches Nissan su centro de datos ecológico de Saint-Romain de Colbosc, en la región francesa de Normandía. De esta forma las instalaciones pueden integrarse de forma más sencilla con los recursos de energía renovable locales.

El centro de datos también puede devolver energía a la red eléctrica en caso de no necesitarla, con el consiguiente ahorro de costes. El sistema instalado en el centro de Webaxys significa que la compañía puede almacenar su propia energía y liberarla cuando la necesite. Las baterías también permiten evitar interrupciones en el suministro eléctrico, uno de los retos a los que se enfrentan los centros de datos.

El objetivo es demostrar que un centro de datos puede contar con esta tecnología usada para tener un sistema estable de control energético. Hoy en día estas gigantescas instalaciones repletas de servidores representan aproximadamente un 2% del consumo eléctrico global, lo que equivale al de toda Alemania. De ahí que sea necesario implementar formas de almacenamiento y control energético en estos centros.

Imágenes:  Andrew.T@NN y Janitors

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