El intraemprendedor es un superhéroe

Intraemprendedor, un nuevo tipo de superhéroe

Ser aficionado al cómic a mi edad tiene sus inconvenientes: cuando hago mi visita trimestral a la tiendas especializada, yo, cerca de la cuarentena, calvo y con traje oscuro, me enfrento a un local  lleno de quinceañeros, con melena y camiseta. Al principio ellos me miran con la esperanza de que sea un mutante que va a desintegrarlos con su mirada láser (les encantaría, ¡de verdad!). Enseguida se dan cuenta que simplemente soy un aficionado al que se le ha pasado el arroz, llega la mirada de desprecio de:  “prefiero morir 1000 veces a ser como tú”.

Algo parecido pasa en el mundo de las  grandes empresas en la que muchos empleados pasan la mayor parte de su trayectoria profesional. Cuando llega un becario y mira a su alrededor, tiene una reflexión similar a la del joven aficionado al cómic ante mi tórrida imagen: “Yo no acabaré así”. Solo unos pocos se resisten a entrar en la sedante zona de confort que aporta la estabilidad salarial y  el tibio bienestar que da una carrera profesional tradicional, de indio pillador a capo vividor, por seguir la mitología popular. Por volver al principio y relacionarlo con mi afición, estos pocos innovadores se pueden relacionar los distintos tipos de superhéroes.

En primer lugar, estarían los superhéroes que adquieren sus poderes por casualidad, error o accidente: una araña radioactiva te pica o un camión cargado de deshechos químicos te arrolla y amaneces siendo superhéroe. Sin tanto dramatismo, algo similar ocurre con algunos intraemprendedores: ellos no lo pidieron, ni siquiera se lo habían planteado, pero estaban en el lugar y momento equivocado y simplemente ocurrió. Les dieron un proyecto de innovación y ante su sorpresa y la del resto, lo sacaron adelante a pesar de un entorno poco amigable. Este tipo de superhéroes sin vocación real, suelen perder la fe intermitentemente pero siguen ejerciendo, más por la obligación de la responsabilidad que por verdadero deseo. Matt Murdock ha abandonado incontables veces su alter ego de Daredevil pero siempre vuelve a enfundarse el traje, consciente de lo mucho que impacta en su vida personal.

El intraemprendedor es un superhéroe

Después estarían los intraemprendedores que, como los mutantes de los X-Men, nacen con los poderes y por esta diferencia son temidos y rechazados por la sociedad, en este caso la empresa. Al igual que los mutantes, sus “poderes” se empiezan a revelar en la pubertad,  pues tenían una inquietud que el instituto, y después la universidad, no colmaba. Se sentían extraños pasando por los mismos aros que todo el mundo y ahora en el mundo de la empresa, un entorno no afín a la diferencia, sus poderes se despliegan. Al principio y al igual que los mutantes, no controlan sus poderes y chocan de frente contra el stablishment, convirtiéndose en parias.

Con la practica, dominan sus habilidades y como Cíclope o Lobezno pueden terminar siendo líderes de grupos de outsiders como ellos, casi siempre en unidades de I+D o desarrollo de p/s, resignados a intentar hacer el bien, innovar en este caso, en un entorno hostil  que no les perdona su afortunado ADN y mina su confianza con presupuestos ajustados y planes estratégicos cambiantes. Otros mutantes, como Magneto, optan por despreciar al resto, ejercen despóticamente sus poderes y sueñan por un mundo controlado únicamente por gente de su especie. Terminan cogiendo la puerta o siendo despedidos por no entender que la organización se enfocan de forma natural al core business y las prioridades del negocio no se definen caprichosamente o en base a la insistencia de las mentes más emprendedoras.

Después, estarían aquellos que no tienen capacidades extraordinarias y su único estímulo para cargar con la responsabilidad del emprendimiento es la convicción de hacer las cosas que creen correctas para la sostenibilidad del negocio. Son lo que como el Capitán América siguen unos ideales y, con el tiempo, consiguen representar unos valores que terminan siendo referencia para muchos en la organización. Otros como Punisher o Batman, están motivados por experiencias traumáticas de su pasado que han jurado erradicar para que otros no las padezcan y con eso me refiero a cambiar políticas, procesos y procedimientos obsoletos que inhiben cualquier ejercicio de creatividad, incluidas las meramente incrementales.

Todos los tipos de héroes/intraemprendedores mencionados tienen cosas en común: sus  aventuras suele ser un desastre y tienden a pensar que sus habilidades son una condena. Después aceptan la nueva responsabilidad asumiendo que las batallas y la implantación de proyectos de innovación suelen saldarse, accidentalmente, con alguna “baja civil” y este hecho  les granjea la enemistad de aquellos que tienen aversión al riesgo y esperan cualquier fallo para restar valor a sus hazañas. Y los intraemprendedores tienen incluso más valor que los propios superhéroes,  pues no operan en las sombras si no a la luz del día, no se esconden tras una máscara sino que exponen su nombre a la opinión de los compañeros y, por supuesto, arrastran a sus familias y amigos en la aventura.

Imágenes | Eneas y Tag Your Friends

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