Científicos emplean la optofarmacología para recuperar el movimiento en ratones con parálisis muscular, demostrando que la luz también puede curar
La Unión Europea apoyaba hace algo más de un año un proyecto de investigación relacionado con la optofarmacología, la disciplina que pretende usar luz como herramienta terapéutica. Aquella iniciativa había sido impulsada por el equipo de Pau Gorostiza, científico del Instituto de Bioingeniería de Cataluña (IBEC), que trabaja desde hace tiempo en este campo tan innovador.
El objetivo de los principales proyectos en optofarmacología es demostrar que la luz también puede curar. Para ello desarrollan experimentos para comprobar que la luz puede regular la acción de determinados medicamentos en nuestro cuerpo, o incluso, conocer si los propios haces lumínicos podrían llegar a revertir problemas y daños en nuestras células.
El trabajo de Gorostiza es pionero en el campo de la optofarmacología. Recientemente, investigadores británicos se han unido a este campo, utilizando la luz para tratar de reestablecer el movimiento muscular en ratones cuyas neuronas habían sido dañadas. Sus resultados son realmente prometedores, pues abren la puerta a que en el futuro podamos curar ciertos problemas neurodegenerativos mediante el uso de haces lumínicos.
Sus conclusiones han sido publicadas en la revista Science, y son realmente espectaculares. El equipo, formado por científicos del University College of London y del Kings College of London, estudió ratones que presentaban parálisis muscular, una patología que puede estar causada por diversos factores, entre los que se encuentra la mayoría de veces el daño neuronal.
En este caso, los investigadores vieron que las neuronas dañadas no podían transmitir sus mensajes químicos y eléctricos a los músculos de estos animales. De esta manera, si lograban de alguna manera reestablecer su actividad, podrían ser capaces de que estos roedores recuperaran el movimiento muscular.
Al utilizar la optofarmacología, es decir, al emplear la luz para curar, los científicos británicos observaron asombrados como los ratones lograban reestablecer parcialmente el movimiento muscular. Aunque la recuperación no fue total, al ver que sus músculos se contraían, demostraron que efectivamente, el uso de luz puede ayudar a curar ciertos tipos de parálisis.
Este trabajo es una muestra más de cómo la optofarmacología podría ser pronto una realidad en medicina. Investigaciones como la de estos científicos británicos o la del propio Gorostiza están abriendo camino para que, tal vez en un futuro no muy lejano, podamos usar también la luz para curar determinados problemas de salud.
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