La iBot es una silla capaz de subir cuestas en terrenos uniformes e incluso superar escalones.
Toyota ha llegado a un acuerdo con DEKA, una compañía que hace más de una década lanzó una silla de ruedas mucho más sofisticada a que las eléctricas que existen aún hoy en el mercado. iBot, que así se llamó el producto, era capaz de rodar por terrenos abruptos, ascender por cuestas de superficie uniforme, como las que puede haber en un parque, así como subir y bajar escalones.
La iBot apareció en 2001 y hoy sigue pareciendo un prodigio técnico. Y es que la silla está pensada para dotar de una mayor independencia y libertad a sus usuarios, tanto en lo que se refiere a poder salvar obstáculos que de otra forma no podrían salvar como a la interacción con otras personas. Así, la silla permite a su usuario colocarse en una posición de altitud, como si estuviera de pie en lugar de sentado, para facilitar la conversación con sus acompañantes.
El principal problema de iBot era su precio. Costaba 25.000 dólares y solo se vendió hasta el año 2009, cuando su producción se detuvo. El acuerdo de Toyota con DEKA implica la construcción de una nueva versión de esta silla de ruedas futurista, el 2.0, que estará desarrollado con la tecnología actual.
En 15 años ha cambiado mucho la tecnología, con lo que se espera que la iBot 2.0 aparezca con importantes mejoras. Aunque lo más deseado quizá sea la reducción del precio. En todo este tiempo la electrónica se ha abaratado sustancialmente y también lo ha hecho la robótica, con lo que algunas de las partes de la silla deberían costar menos.
La robótica, en el corazón de Toyota
Las compañías japonesas se han caracterizado desde hace tiempo por una búsqueda constante de aplicaciones para la robótica, tanto a nivel comercial como para su propio uso en la producción. Toyota no es una excepción y lo ha demostrado en ciertos aspectos como el desarrollo de sus coches autónomos, cuyos primeros prototipos ya ha probado en Tokio en circunstancias de tráfico real.
La compañía también ha combinado el uso de robots con el de trabajadores humanos para optimizar al máximo la eficiencia de sus fábricas. Además, la compañía tiene previsto invertir durante los próximos cinco años 1.000 millones de dólares es su rama de investigación, con el fin de desarrollar tecnologías relacionadas con la inteligencia artificial. Para lo que se ha reservado sitio al lado de la Universidad de Stanford, en California, y del MIT, en Boston.
Imagen: canon.sfis
