Una investigación conjunta que parte de una observación en el LHC ha descubierto un nuevo tipo de fusión, entre partículas subatómicas.
La fusión nuclear es hoy por hoy la mayor aspiración en el ámbito de las energías no contaminantes. Es el método soñado. Muchos creen que si se hace funcionar de manera controlada, acabará con los problemas energéticos en el planeta.
Hablamos de la fusión nuclear, la reacción que une a dos átomos de hidrógeno para lograr un núcleo más pesado. Pero durante la observación de un experimento en el LHC, el Gran Colisionador de Hadrones, un equipo de científicos ha dado con un método que sería unas ocho veces más poderoso que la fusión.
Se trata de la fusión entre quarks, las partículas que forman los protones y neutrones, que a su vez forman los átomos. Los científicos han observado que la unión entre estos quarks libera una enorme cantidad de energía.
Marek Karliner y Jonathan Rosner, de la Universidad de Tel Aviv y de Chicago, respectivamente, han sido los responsables del hallazgo. En el LHC los átomos se mueven a grandes velocidades y chocan entre sí. A partir de estas colisiones los quarks se separan. Una vez disgregados, estos quarks tienen a chocar también entre sí, con el resultado de una unión.
La unión entre estos quarks se llama bariones. Los quarks se definen en seis tipos, uno de los cuales se denomina 'encantado'. En el caso de la unión resultante, debido al tipo de quarks que la forman, se habla de bariones doblemente encantados.
La liberación de energía en esta reacción es mucho mayor de lo hasta ahora conocido. Para hacerse una idea, en cifras, la fusión nuclear del hidrógeno –la energía que se produce en el Sol– libera unos 18 MeV. Con esta unidad de medida, los megaelectronvoltios, los investigadores calculan las variaciones energéticas a nivel subatómico. En el caso de la fusión entre quarks, la energía generada es de 138 MeV.
Al echar un vistazo a las cifras, inmediatamente viene a la cabeza el potencial destructivo. Hoy la bomba de hidrógeno, basada en la fusión de núcleos atómicos, es el arma más poderosa que existe. Si la fusión de quarks es ocho veces más potente, ¿podría convertirse en un arma?
Los científicos tuvieron un dilema a la hora de difundir su trabajo. Lo primero que hicieron fue plantearse si una fusión entre quarks se podría emplear militarmente. Sin embargo, han llegado a la conclusión de que no es posible, pues han comprobado que los quarks solo existen durante un picosegundo. Esta ínfima cantidad de tiempo no dejaría margen a una reacción en cadena** , como la que se provoca en las bombas atómicas.
Imágenes: norbypix
