El satélite Queqiao ha sido enviado por China a una órbita que vigilará la cara oculta de la Luna con el fin de lanzar una futura misión para explorar esta región.
La provincia de Sichuan, que limita al oeste con Tíbet, fue testigo de uno de los lanzamientos espaciales más importantes de los últimos años. El satélite Queqiao despegó a lomos de un cohete que lo puso en órbita para una misión especial. Se trata habilitar las comunicaciones necesarias para poder enviar una sonda espacial a la cara oculta de la Luna con el fin de obtener más información sobre esta parte de nuestro satélite.
La cara oculta de la Luna es aquella que nunca mira hacia la Tierra. Y China tiene planes para hacer llegar una nave espacial, con un rover, para su exploración. Pero antes de eso había que asegurarse las comunicaciones. Para esto ha sido diseñado el satélite Queqiao. Esta primera misión consistía en poner en órbita el dispositivo con el fin de dar soporte a futuros vehículos lunares.
La importancia de Queqiao es capital, pues supone el primer paso para explorar la cara oculta de la Luna. Sin sus comunicaciones sería imposible controlar o recibir información de un aterrizaje en esta parte escondida del satélite. El nombre del dispositivo, de hecho, tiene un gran carácter simbólico. Hace referencia a un cuento popular chino donde dos amantes, tras ser separados por los cielos, vuelven a encontrarse gracias a un gran arco trazado por pájaros.
Hacia la conquista del espacio
El siguiente paso es el Chang'e 4, el vehículo de aterrizaje y de exploración terrestre, cuyo lanzamiento prepara la Agencia Espacial China para finales de año. El objetivo es comprobar cómo es el terreno en esta cara oculta. El rover incluso portará con él semillas, de patatas y de la planta arabidopis para experimentar.
Por el momento, aún hay que asegurarse la estabilidad de las comunicaciones con el satélite Queqiao. Además, este tiene otras misiones. Una de ellas es estudiar los orígenes del universo , gracias a una antena de radio que integra. El periodo en el que se centrará será el conocido como la 'edad oscura del cosmos', que va desde el momento posterior al big bang hasta la formación de las primeras estrellas.
Los planes de China en el ámbito espacial son ambiciosos. El programa espacial del país asiático contempla llevar una sonda a Marte en 2020 y también realizar vuelos tripulados a la Luna dentro de unos años. Además, poco a poco, el gobierno chino está construyendo su propio sistema de GPS para no depender de esta tecnología, de factura estadounidense.
Imagen: NASA
